Es noticia en Provincia: DANA Dana 2024
hongos; micología

Peligra la temporada de hongos si no llueve esta primera quincena de octubre 

Desde hace unos años, debido al clima, no es raro ver a gente cogiendo setas en diciembre. Este año es el segundo que está en vigor la Orden que regula el aprovechamiento de estas especies
Foto: Saúl García
08/10/2017 - N. Lozano

Cayeron unas gotas el martes por la tarde pero insuficientes. El cambio climático y la falta de lluvias han puesto en el cuerda floja la temporada de hongos, hasta el punto de que si no hay precipitaciones algo constantes en los primeros quince días de este mes, corre serio peligro. Así lo ha manifestado el presidente de la Asociación Micológica Conquense, José Luis García, quien afirma que “no podemos dar por comenzada la temporada debido al clima extraño y a la sequía que hemos padecido este verano. Si no llueve en los próximos días la cosa se pondrá peor”, augura.

Los micólogos vienen observando que en los últimos ocho años el periodo de recogida se retrasa cada vez más. “Ya no es extraño ver a gente cogiendo hongos a principios de diciembre y vemos que es una tendencia que se repite”. Ya tampoco se puede hablar de zonas buenas o malas porque puede ocurrir que en la zona de Las Majadas caiga una tormenta localizada y hacia Tragacete no caiga ni una gota.

García señala que tiene conocimiento de aficionados que han salido recientemente a hacer prospecciones “y han vuelto desolados por el grado de sequedad que tiene el monte en estos momentos”.

De campañas extraordinarias hace tres o cuatro años se ha pasado a otras “muy regulares”. Sin ir más lejos, la de 2016. El presidente de la Asociación indica que “en la zona de Cañete y lindando con Teruel fue aceptable, pero en el norte y noroeste de la provincia fue mala”.

Para que los hongos proliferen es imprescindible que el campo se moje en agosto. “Estas tormentas veraniegas sientan la base, también en septiembre, y si lo hace en octubre mucho mejor”. Ello debe ir acompañado de temperaturas moderadas, lo contrario a lo que está sucediendo estos días durante las horas de luz, “un calor excesivo que resulta fatal” y, además, que no hiele por las noches. Éste sería el cóctel climático perfecto para una buena temporada, aunque luego hay excepciones, como que descargue agua en un punto muy concreto y ese rodal sea muy bueno.

José Luis García confía en que la situación revierta y, aunque sea tarde, se pueda salir al campo y practicar esta afición tan querida por los conquenses.

Desde la Asociación insisten en la necesidad de conservar la naturaleza en su conjunto, no maltratarla, por ejemplo pasando con los coches por lugares inverosímiles o destrozando especies a nuestro paso. Asimismo, recuerda que este año es el segundo que está en vigor la Orden que regula el aprovechamiento de las especies micológicas que recoge sanciones para aquellos recolectores que pasen de los 5 kilos entre todas las especies por persona y día y que prohíbe coger ejemplares demasiado pequeños.

García asegura que el año pasado hubo bastantes multas por parte del Seprona. “Nosotros no estamos en contra de que la gente de los pueblos obtenga un beneficio, pero debe hacerse de forma ordenada, hay que impedir los desmanes en la recogida de pseudo profesionales que causan verdaderos estragos en los montes. La Guardia Civil ha interceptado a verdaderas bandadas arrasando todo con el objetivo comercial en otros lugares de España, y eso es lo que no se puede consentir”.

Programa

Mientras asoman los primeros ejemplares por la provincia, si finalmente lo hacen, la Asociación Micológica conquense ya tiene listo su programa de actividades.

Comenzará el 21 de septiembre con un viaje a la Sierra de Albarracín. El 4 de noviembre habrá una jornada micológica en Poyatos y los días 10,11 y 12 de ese mismo mes otra en la Fuente de las Tablas abierta a cualquier interesado. Ya el 18 de noviembre se celebrará otro encuentro en Fresneda de la Sierra. Su presidente reconoce que desde que la Asociación funciona, hace ya mas de 30 años, ha habido un interés creciente por este mundo. Un mundo, el de la micología, en el que cada maestrillo tiene su librillo, y si bien la suerte juega un papel importante a la hora de encontrar algún hongo, la experiencia y la pericia consiguen más. Eso sí, es vital conocer el hábitat de cada especie: zona de pinar si queremos níscalos; praderas para la seta de cardo; o carrascal si preferimos los apreciados boletus.

Aunque de momento, como dice García, “solo nos queda rezar a San Isidro para que nos mande algo de agua”.