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Semana de la Ciencia

El patrimonio geológico de la provincia, una joya por descubrir

El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha alberga una exposición fotográfica que saca a la luz minerales, terrenos y formaciones históricas desconocidas y llamativas
El patrimonio geológico de la provincia, una joya por descubrir
Fotos: Saúl García
16/11/2021 - Paula Montero

¿Sabía que los materiales más antiguos de la provincia de Cuenca se encuentran en Cueva del Hierro y Boniches? ¿O que los aragonitos de Minglanilla ocupan las vitrinas de los museos alrededor del todo el mundo? Estas son solo algunas curiosidades sobre el patrimonio geológico de la provincia de Cuenca que el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha sacó a la luz en una exposición fotográfica con motivo de la celebración de la Semana de la Ciencia. 

Es un gran desconocido para muchos pero cada año atrae miles de turistas hasta el punto de ser uno de los motores principales de esta actividad. Además, el interés por la geología es notable y está en auge por lo que es importante valorar y proteger estos bienes pues “si se produce una pérdida de material geológico que ha tardado en formarse millones de años no se podrá recuperar”, apunta Marta Fernández, geóloga y asesora del gabinete didáctico del MUPA.

Por ello, los espacios naturales con características biológicas o paisajísticas especiales se catalogan como parques naturales con el objetivo de garantizar su protección. También se puede diferenciar como lugares de interés o, si la fragilidad del terreno es alta, se pueden incluso vallar. 

Ejemplos de ello en Cuenca son los famosos yacimientos arqueológicos de Las Hoyas y Lo Hueco o las minas de Lapis Specularis de Osa de la Vega. También destaca el modelado cárstico originado por las hoces de los ríos Júcar y Huécar, los Callejones de Las Majadas o la Ciudad Encantada.

Sin embargo, existen parajes singulares desconocidos como Las Coberteras de Pajaroncillo o los conglomerados gigantescos de Boniches, figuras “muy curiosas” desde el punto de vista de la geología, explica Fernández. 

Pero la riqueza geológica va más allá. Destacan los aragonitos de Minglanilla, un mineral de carbonato cálcico que tiene forma de pequeñas columnas y “que ha sido recogido de este pueblo de Cuenca para ser expuesto en museos de todo el mundo”, apunta Fernández. Además, la pieza expuesta en el MUPA es especial al tratarse de una macla, es decir, al tener forma de cruz y también porque “solo ha salido de casa de su propietario para ser fotografiada”.

Las Salinas de Belinchón, por otro lado, llegaron a atraer a la reina Isabel de Borbón por sus beneficios ya que sus aguas tienen una densidad parecida a la del Mar Muerto. 

A nivel histórico, también hay varios hitos destacables como el desprendimiento de la ladera de una montaña en Castillejo del Romeral durante el año 1944. Una fragmentación que produjo   “un gran estruendo que hizo pensar a los vecinos que habían bombardeado el pueblo tras la Guerra Civil”, apunta la geóloga.

La guinda del pastel la ponen los materiales hayados en Cueva del Hiero y Boniches, los más antiguos de la provincia que datan de hace 200 millones de años o los de los yacimientos de Las Hoyas y Lo Hueco que surgieron hace alrededor 125. Y para descubir los materiales geológicos más modernos hay que viajar hasta los valles de La Alcarria y La Mancha. 

Un rico patrimonio que debe ser puesto en valor ya que se conserva, en la mayoría de los casos, de forma intacta.

El patrimonio geológico de la provincia, una joya por descubrir

El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha junto al Gobierno regional organizó seis actividades para conmemorar la Semana de la Ciencia en Cuenca. En ella, tuvieron especial protagonismo el aprendizaje sobre cavernícolas, volcanes y terremotos, temas de interés y actualidad que se trataron en conferencias para el público adulto y en talleres infantiles durante este fin de semana pasado dirigidos a niños y niñas desde los 3 a los 12 años. 

Y tuvieron tan buena acogida que las plazas disponibles para participar se agotaron. “Toda una alegría porque nos hace ver que las actividades propuestas llaman la atención de las familias de la ciudad”, apunta Marta Fernández, desde el Museo.