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Arqueología en Cuenca

El pasado prehistórico de Castillejo de Iniesta resiste al expolio

Para los expertos, el yacimiento de la Edad del Bronce del Cerro de los Moros aún tiene mucho que ofrecer, de ahí que el Consistorio tenga intención de reanudar las excavaciones a finales de año o en primavera
Excavaciones y una de las joyas encontradas en el yacimiento. Fotos: Santiago David Domínguez Solera
31/10/2022 - Miguel A. Ramón

El yacimiento arqueológico del Cerro de los Moros, en el término municipal de Castillejo de Iniesta, tiene una gran potencialidad para ofrecer información sobre la Edad del Bronce en esta zona de la provincia de Cuenca, a pesar de la acción continuada durante décadas de los expoliadores, que llegaron a realizar catas de hasta 2 x 6 metros de longitud. 

Las investigaciones de los arqueólogos Michel Muñoz, Santiago David Domínguez y Ketxu Torres, que han sido los únicos que han llevado a cabo excavaciones en este asentamiento, así lo corroboran, a tenor del impresionante volumen de material encontrado en este asentamiento de la Edad del Bronce ubicado en unos terrenos particulares.

De hecho, su propietario, César Cortijo, fue quien financió esas excavaciones, entre finales de 2015 y principios de 2016, que han demostrado que este castro puede arrojar mucha luz sobre la economía y la forma de vida de esta sociedad de hace 4.000 años.

No es de extrañar, por lo tanto, que el Ayuntamiento de Castillejo de Iniesta, con el beneplácito del propietario de los terrenos, haya mostrado su intención de reanudar las excavaciones en este yacimiento a finales de año o en la próxima primavera

Una buena noticia de hacerse realidad, a juicio del arqueólogo conquense Santiago David Domínguez, porque estas nuevas excavaciones permitirían no solo enriquecer las investigaciones gracias al buen estado de conservación del yacimiento, a pesar de la acción de los expoliadores, sino que también será, de alguna manera, una forma de protegerlo; sin olvidar, por supuesto, su puesta en valor como un recurso y atractivo para el municipio.

 

EXCAVACIONES

Y es que las únicas excavaciones en el Cerro de los Moros resultaron bastante fructíferas, aunque, según dice Domínguez, “ya se sabía que estaba muy expoliado, pero, afortunadamente, no destruido”.

Ubicado cerca del municipio de Castillejo de Iniesta y de la Autovía A-3 (Madrid-Valencia), este asentamiento de la Edad del Bronce muestra a simple vista sus estructuras prehistóricas, con murallas que en algunos puntos se han conservado en una altura de 1,5 metros, lo que “sin duda, es una barbaridad para hablar de una estructura de hace 4.000 años de antigüedad”, detalla el codirector de estos trabajos. 

Cerámicas del yacimiento del Cerro de los Moros, de Castillejo de Iniesta. // Santiago D. Domínguez

A ello se suma, según subraya, que contiene una potente estratigrafía con materiales en muy buen estado de conservación, desde cerámicas y joyas hasta restos de fauna. Un yacimiento, por lo tanto, que se pone en relación con otros casos estudiados en distintas zonas de la provincia de Cuenca, mediante planteamientos de arqueología de paisaje, para tratar sobre la consolidación del poblamiento estable en esta parte del interior de la Península Ibérica.

No en vano, en opinión de Domínguez, el Cerro de los Moros es un yacimiento idóneo para estudiar la castrificación de La Manchuela y, en consecuencia, el proceso de territorialización de la población de esta zona de la provincia hace algo más de 4.000 años.

De hecho, estos trabajos constataron que se trataba de un poblado amurallado de la Edad del Bronce, que se mantuvo a lo largo de toda esta época e, incluso, hasta principios de la Edad del Hierro; es decir, aproximadamente desde el 2000 a.C. hasta el 1000 a.C. Y es que, tal y como destaca, en este cerro “se puede apreciar cómo se ha ido ampliando el recinto amurallado a lo largo del tiempo”.

La campaña de excavaciones se centró en dos puntos concretos: por un lado, en una línea de muralla, donde se apreciaba que se encontraba encima de casas y estructuras anteriores, lo que constaba que se trataba de una ampliación del recinto amurallado, y, por otro, en la conocida como acrópolis, la parte más alta del cerro amurallado, donde se piensa que se encontraban emplazados los edificios principales de este castro, propios de este tipo de sociedades muy jerarquizadas y con una cultura material muy marcada.

Muestra de ello, bien pueden servir los hallazgos de collares de concha y márfil –materiales, por supuesto, importados–, así como de un anillo de oro en espiral, que está expuesto en el Museo de Cuenca

Joya ésta última que, según el arqueólogo Domínguez Solera, es un poco anterior al Bronce inicial y característica de la zona sur y sureste peninsular –concretamente, de la cultura argárica– y se trataría de la pieza de este tipo que más al centro peninsular se ha localizado. Este hallazgo demuestra las vinculaciones en esta época entre la costa mediterránea y el centro de la Península Ibérica, a pesar de que se trataban de unidades políticas totalmente diferentes, pero con relaciones comerciales e, incluso, familiares.

El volumen de restos encontrados, tanto cerámicos como de joyería y fauna, es de tal envergadura que, para el codirector de las excavaciones, viene a demostrar el gran potencial de este yacimiento de la Edad del Bronce.

Y eso, tal y como remarca, que los trabajos de excavaciones se redujeron a dos pequeñas áreas de terreno, aunque considera que tuvieron mucha suerte al tratarse de “dos puntos con mucha información y en muy buen estado de conservación”.

No en vano, esta campaña supuso el inicio del estudio, que están llevando a cabo los arqueólogos Santiago David Domínguez y Ketxu Torres, sobre las poblaciones fortificadas en altura en el interior de la Península Ibérica, en especial en las provincias de Cuenca y Guadalajara.

Mucho tiene aún que ofrecer, en consecuencia, este asentamiento del Cerro de los Moros sobre las poblaciones de La Manchuela hace algo más de 4.000 años.

Cata de expoliación en el yacimiento de Castillejo de Iniesta. Foto: Santiago David Domínguez

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