Que el Panteón de los Marqueses de Moya se convierta en un centro cultural de La Serranía baja y ofrezca un sinfín de actividades para revitalizar en esta materia tanto a Carboneras de Guadazaón como al resto de pueblos de la comarca. Esa es la idea que el alcalde de la localidad, Carlos Arteche, tiene en mente una vez que la Diócesis de Cuenca concluya las obras de rehabilitación de este histórico edificio. El objetivo es revitalizar tanto este Bien de Interés Cultural como la cultura de esta zona de La Serranía.
Así lo pone de manifiesto el primer edil, quien destaca que durante los últimos meses tanto la parroquia como el Ayuntamiento han estado organizando diferentes actividades culturales en esta emblemática iglesia que han sido un éxito, como conciertos de música, una exposición sobre las Madonna de Leonardo Da Vinci así como la celebración de la Santa Hijuela cada segundo domingo de mayo.
Y es que, a raíz de la caída de dos rayos el pasado mes de abril y los daños que se produjeron en el edificio, el Panteón permanece cerrado salvo ocasiones puntuales en que las puertas del inmueble se abren para los vecinos de la localidad y la comarca.
El siniestro produjo daños en la subida al campanario y en el pináculo de la fachada principal, donde se hizo un gran boquete de dos metros cuadrados. Dado los peligros que había tanto de desprendimiento como de filtración de agua al interior en caso de lluvias, la Diócesis de Cuenca comenzó de inmediato los trabajos de restauración, actuaciones que concluyeron a mediados de mayo.
Además, la instalación eléctrica quedó totalmente destrozada tras estallar un cuadro de contadores y quemarse el cableado eléctrico. También se rompieron las vidrieras de la iglesia-panteón, siendo estas dos actuaciones las que aún están en proceso para concluir.
De las nuevas vidrieras se encargarán las mujeres de la locallidad que participan en el taller de cristal, tal y como lo hicieron la última vez que se renovaron. Aunque eso sí, la adquisición de los materiales y la mano de obra correrán a cargo de la Diócesis conquense.
La previsión que maneja el alcalde es que los trabajos estén concluidos en la primavera del próximo año, para así abrir negociaciones con la Diputación de Cuenca y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para dar uso cultural al BIC. El alcalde relata que durante el verano se han celebrado diferentes eventos y festividades religiosas en el Panteón, pero en el invierno tanto por el frío como por la falta de luz natural no se puede poner en marcha ninguna actividad.
“Por parte de la parroquia y del obispado son receptivos a toda la programación cultural que hacemos allí, y lo ideal sería hacer como un centro cultural dada nuestra posición a las puertas de La Serranía baja”, expone Arteche, quien ve necesario tener la apuesta de las administraciones provincial y regional, puesto que los fondos que tienen los ayuntamientos “muchas veces son escasos”.