Balance año hidrológico 2019-2020
Los pantanos conquenses aumentan sus reservas un 52,2% en el año hidrológico
Como es de esperar, el mayor nivel pluviométrico experimentado a lo largo del año hidrológico que acaba de finalizar se ha visto reflejado en las reservas de agua de los cinco pantanos de la provincia. Las cifras hablan por sí solas. Los embalses conquenses han pasado de retener al inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2019) un total de 695,95 hectómetros cúbicos a los 1.095 de finales de septiembre de este año; es decir, en estos doce meses han visto crecer sus reservas en 363,05 hm3, lo que supone un incremento del 52,2 por ciento. Aun así, se encuentran al 28’8 por ciento de su capacidad conjunta, estimada en los 3.691,1 hectómetros cúbicos; un 10 por ciento más que hace un año, cuando se situaba en el 18,8%.
Actuales reservas que se sitúan bastante por encima de la media de los últimos cinco años, si se tiene en cuenta que a finales de septiembre de 2016 se cifraban en 786,78 hm3; en el mismo periodo de 2017 en 598,95; en 2018, en 797’59; y en 2019, en los ya mencionados 695,95 hm3.
Las mayores diferencias se han registrado en la cuenca hidrográfica del Júcar (CHJ), puesto que los tres pantanos conquenses han pasado de almacenar al inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2019) 470,64 hm3 a los 766,72 al término del pasado mes de septiembre; 296 hectómetros cúbicos más, lo que equivale a un aumento del 62,9 por ciento.
De estos embalses, llama especialmente la atención el comportamiento de Contreras. Y es que durante el año hidrológico ha pasado de retener 121,38 hectómetros cúbicos a 293,76; es decir, 172,4 hm3 más, lo que representa un incremento del 142 por ciento, según los datos de la CHJ.
Idéntica tendencia, aunque con menor envergadura, ha experimentado el pantano de Alarcón, que en este periodo ha visto aumentar sus reservas, al pasar de almacenar 345,45 hectómetros cúbicos de agua y situarse al 30,9 por ciento su capacidad máxima, cifrada en 1.118 hm3, a embalsar 468,61 y encontrarse su nivel al 41,9 por ciento; casi 12 puntos porcentuales más que hace un año.
Sin dejar la cuenca hidrográfica del Júcar, indicar que el pantano de La Toba no ha sido una excepción y en este año hidrológico ha visto crecer sus reservas hídricas, si bien las cifras no son muy llamativas; algo de esperar si se tiene en cuenta que su capacidad máxima no llega a los 10 hectómetros cúbicos (9,7 hm3).
La Toba, en concreto, ha registrado en este tiempo un ligero incremento del 14,2 por ciento en el agua embalsada, puesto que a finales de septiembre y principios de octubre retenía 4,35 hectómetros cúbicos, encontrándose al 44,9 por ciento de su capacidad total, y hace un año esta cifra se reducía a 3,81, por lo que su nivel superaba ligeramente el 39 por ciento (39,3%).
CUENCA DEL TAJO
Las circunstancias no han sido muy distintas en la cuenca hidrográfica del Tajo, en la que los pantanos de nuestra provincia (Buendía y Molino de Chincha) han visto aumentar sus reservas a lo largo de este año hidrológico. En concreto, a finales del pasado septiembre y principios de octubre, ambos almacenaban 292,3 hectómetros cúbicos de agua, mientras que un año antes esta cifra se reducía en 67 hectómetros hasta los 225,31; es decir, en este periodo se ha producido un incremento de las reservas de un 29,7 por ciento.
Por separado, el embalse de Buendía ha registrado una subida del 30,4 por ciento del volumen de agua retenida, al pasar de los 220 hm3 de octubre de 2019 a los 287 de principios del presente mes, que lo sitúan al 16,8 por ciento de su capacidad total estimada en 1.705 hectómetros cúbicos.
Molino de Chincha, por último, prácticamente se ha mantenido sin grandes cambios, entre otros motivos, por su reducido tamaño (6 hectómetros cúbicos de capacidad). A lo largo del año hidrológico ha registrado una ligerísima caída de sus reservas en 0,03 hm3 cifrándose en la actualidad en los 5,28, que representan el 88% de su capacidad total.