Olmeda de la Cuesta ultima su Museo de la Publicidad
El Museo de la Publicidad al aire libre de Olmeda de la Cuesta encara su recta final. El Ayuntamiento del municipio espera inaugurar en primavera este proyecto que incluye recreaciones de anuncios icónicos que se están instalando por las fachadas de esta localidad que tiene censados apenas una veintena de habitantes, además de códigos QR que enlazan con sintonías publicitarias.
En total, ochenta carteles realizados con azulejo, tres vallas publicitarias y dos luminosos de neón darán vida al Museo de la Publicidad, explica José Luis Regacho, en la actualidad concejal de esta población y que promovió el proyecto cuando era alcalde de Olmeda de la Cuesta.
Hasta el momento ya se han instalado unos 60 anuncios en formato azulejo por las calles de la localidad, quedando pendientes de colocación otros 20, de los cuales diez ya están listos mientras que la decena restante debe realizarse todavía.
RECORRIDO
Cola Cao, Iberia, Freixenet, Chocolates Josefillo, Gaseosas La Rubia, Pipas Facundo, Nitrato de Chile, Insecticidas Orión, Bicicletas Orbea, Pinturas Bruguer, Fabada Asturiana Litoral, la máquina de coser Singer, Anís del Mono, Arroz Sos, Jabón Zotal Desinfectante (que “cura sarpullidos, herpes, granos, manchas de la piel”, según reza el anuncio) y Bombillas Philips (con el lema “mejores no hay”) son algunas de las conocidas marcas que ya forman parte de este particular recorrido por la historia de la publicidad de nuestro país.
En clave conquense, la ruta también incluye las recreaciones de marcas locales como Resoli Ortega y Patatas Clementina, detalla Regacho.
Además de los carteles, por las fachadas del pueblo también se reparten réplicas de los míticos luminosos de Schweppes de la Gran Vía madrileña y de El Tío Pepe de la Puerta del Sol, así como el histórico Toro de Osborne y el muñeco Michelin.
La acogida por parte de las marcas de esta iniciativa ha sido buena por lo general pero también se han encontrado con alguna que no les ha autorizado para hacer una réplica. En el lado contrario, incluso ha habido algunas empresas que han conocido el proyecto y se han puesto en contacto directamente con el Ayuntamiento para formar parte del Museo de la Publicidad.
Y como anécdota, a raíz de una entrevista radiofónica acerca de este proyecto de la mano de Jaime Cantizano y en la que también estaba presente Bibi Andersen, la actriz les preguntó si también contaban con la marca de jabones y perfumes Maja Myrurgia. Hasta ese momento no estaba dentro de la iniciativa pero dicho y hecho: contactaron con la empresa y también ha querido formar parte de este original museo al aire libre.
“Hay una gran variedad de marcas. Tendríamos para hacer otro museo pero el problema es que se nos ha agotado el presupuesto”, admite el ex alcalde de Olmeda de la Cuesta. “Pero si hay alguna empresa más que quiera sumarse al proyecto, puede pagar su propio cartel y ya lo colocaríamos nosotros”, anima el ahora concejal, quien concreta que cada uno de los anuncios en azulejo tiene un coste que ronda los 200 euros. “Si en un futuro tenemos más financiación, se podría ampliar”, se atreve a soñar Regacho.
De hecho, el proyecto no ha parado de crecer desde que echó a andar sin apenas pretensiones en torno al año 2020, cuando el artista local Vicente García hizo una réplica del cartel de Nitrato de Chile y se pensó en crear otros “cuatro o cinco anuncios más”. Pero la iniciativa ha ido evolucionando poco a poco hasta llegar al actual Museo de la Publicidad que se está ultimando.
VIAJE A LA INFANCIA
Un museo que, junto a los carteles, vallas y luminosos, se completa con la puesta en marcha de códigos QR que enlazarán con la sintonía del anuncio de la marca en cuestión. Además, también se incluirán otras publicidades míticas que forman parte del imaginario colectivo de varias generaciones aunque no se cuente en Olmeda de la Cuesta con el cartel específico. “Queremos que la gente se sorprenda y viaje en el tiempo y reviva su infancia”, celebra.
El anuncio de la Lotería de Navidad de Montserrat Caballé, la publicidad de las maquinillas de afeitar Filomatic de la mano del humorista Miguel Gila y el entrañable ‘Vamos a la cama que hay que descansar’ de la Familia Telerín son algunas de las nostálgicas propuestas que se incluirán. Por su parte, los vecinos del pueblo también han acogido muy bien la iniciativa dado que los carteles contribuyen a realzar sus inmuebles. “No todo el mundo puede decir que su fachada forma parte de un museo”, hace hincapié.
“Todos los días viene a verlo alguien”, subraya Regacho en cuanto al potencial turístico de este proyecto. Un recorrido escultórico realizado por el artista Vicente García y un paseo etnobotánico, que cuenta con un árbol de Guernika, son otras de las iniciativas que esta pequeña localidad ha puesto en marcha para lograr atraer a visitantes.