El control de armas en España, y por tanto en la provincia, es una competencia exclusiva del Estado, que se lleva a cabo a través de la unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, que fue creada en julio de 1986, y que se encarga del control tanto de armas como de explosivos, municiones y artículos pirotécnicos.
Esta unidad está presente en la comandancia Cuenca, en concreto en los puestos de Cuenca capital, Tarancón y Motilla del Palancar, y la integran un total de 19 agentes con unas labores que resultan claves en temas como el control de la circulación de armas, su almacenamiento, el comercio y adquisición, así como la tenencia y uso de las armas reglamentadas.
Así lo explica el teniente Antonio Rozalén, interventor jefe de armas en la provincia de Cuenca, quien argumenta que desde esta área de la Benemérita se encargan de la expedición de las licencias que amparan los distintos tipos de armas, así como la realización de los exámenes y pruebas necesarias para ellos.
La intervención de Armas y Explosivos de Cuenca es pionera en España a la hora de pasar revista a rifles y escopetas por tener una zona fría
LICENCIAS
En la actualidad hay licencias de tipo B (pistolas y revólveres), tipo C (armas para vigilancia y guardería), tipo D (armas largas rayadas para caza mayor), tipo E (armas para tiro deportivo y escopetas de caza menor), tipo F (armas para uso en campos, polígonos y galerías de tiro) así como AMF (para menores de edad entre 14 y 18 años).
En su conjunto, en la actualidad hay expedidas cerca de 16.000 licencias en la provincia de Cuenca, las cuales no han dejado de aumentar año a año desde 2017. Según apunta el teniente Rozalén, en estos seis años, aunque en términos demográficos la provincia haya registrado una pérdida de población, las licencias para la tenencia de armas se han incrementado en torno a medio millar.
“Hemos notado que hay menos escopetas de caza, pero al contrario ha aumentado el número de rifles”, sostiene Rozalén, ya que opina que como las licencias D y E se renuevan cada cinco años, la gente aprovecha para ir renovando las dos de forma simultánea y de ahí el aumento de rifles destinados a la caza mayor.
CENSO DE ARMAS
La provincia de Cuenca tiene registradas 32.000 unidades en la actualidad entre armas, rifles, escopetas, armas cortar y armas de avancarga, más conocidas como los trabucos que se necesitan para las diferentes festividades de Moros y Cristianos. Y es que, todas las que se puedan ver en la provincia, incluidas las de los festejos populares, tienen que estar en el censo de la Guardia Civil.
Este tipo de armas de avancarga están registradas en su mayoría en Valverde de Júcar, aunque también se pueden encontrar en Valera de Abajo u otras localidades como Uclés, donde en algunas recreaciones históricas hacen uso de esta tipología de armas.
Además, entre el trabajo que la Intervención de Armas lleva a cabo también se encuentra la de tener al día toda la documentación de las diferentes armas en circulación dentro del territorio conquense.
De este modo, toda arma que se adquiera tiene que estar documentada en las oficinas de la Intervención de Armas y Explosivos, y además conceden las renovaciones o revocaciones de las diferentes licencias, que pueden ser por motivos delictivos, de malos tratos, etcétera.
Cuenca es una provincia en la que no hay conflictividad en lo que respecta al uso de armas
Los agentes de esta unidad en la provincia de Cuenca también se encargan de labores de vigilancia e inspección en establecimientos y armerías, a aquellos locales que venden productos pirotécnicos o el control de explosivos en voladuras de canteras. Y es que, cada explosivo que tenga que ser detonado tiene que estar bajo el control de la intervención de armas. “Cuando se construyeron los túneles del AVE o la A-40, ahí tuvimos que estar nosotros”, recuerda Rozalén.
Por otro lado, la comandancia de Cuenca es una de las pioneras a nivel nacional en cuanto al paso de revista a las armas que hay en la provincia, y es que es una de las pocas de España que cuenta con una zona fría para esta labor.
Con todo, a pesar de las 32.000 armas registradas y las cerca de 16.000 licencias activas en la provincia, el jefe de la Intervención de Armas y Explosivos de Cuenca asegura que no hay conflictividad en este ámbito.
Las mujeres se abren hueco en el mundo de la cazaLa caza o el tiro olímpico son algunas disciplinas deportivas que requieren algún tipo de licencia para poder coger y manipular las armas necesarias para llevar a cabo estas prácticas.
Estas generalmente son las de categoría D y E, relativas a caza mayor y caza menor respectivamente, y para obtenerlas es necesario pasar un examen tanto práctico como teórico.
Estos días atrás tuvieron lugar estos exámenes, cuya parte teórica se desarrolla en el ferial de la hípica y su práctica se lleva a cabo en el campo de tiro El Marañal. Ahí estaba Sara Muñoz, de Huelves, quien ha decidido sacarse ambas licencias para comenzar en el mundo de la caza. Desde que tenía cinco años ya acompañaba a su padre a cazar, pero en cuanto le llegue la licencia, ya podrá hacerlo con escopeta en mano.
“Estoy muy contento por ver cómo mi hija sigue mis pasos”, reconoce su padre, quien además también estará acompañado por la pareja de su hija, quien también se examinaba de la licencia de armas.
Desde Zafrilla también se sometía a estos exámenes Macarena Panades, cuyo objetivo es sacarse también las dos licencias. A sus 28 años, quiere seguir los pasos familiares y adentrarse en el mundo de la caza, junto a su padre y su hermano. Su hermana María también es cazadora, quien se sacó las licencias el año pasado.
Ambas coinciden en que cada vez hay más mujeres en el mundo de la caza, algo “positivo y bueno” ya que en su zona hay mucha caza, “y ver gente joven es raro”.
“El papel de la mujer dentro de la caza es muy positivo”, opina Panades, “porque cuando otros cazadores te ven, te intentan ayudar, todo lo contrario a lo que pudiera parecer”, concluye esta futura cazadora.