La campaña de la siega del cereal en la provincia de Cuenca se encuentra en la actualidad a pleno rendimiento. Labores que se iniciaron hace unas semanas, primero en La Mancha y a continuación en el resto de la provincia, y que se están desarrollando con total normalidad, una vez se reanudaran después del parón motivado por las últimas tormentas.
Una campaña que desde un inicio está dejando buen sabor de boca entre los productores conquenses que ven cómo están afrontando una campaña con unos rendimientos dentro de la media, un producto con buena calidad y, encima, a unos precios “aceptables” en comparación con otros años al inicio de la recolección.
BUENOS PRONÓSTICOS
Buena noticia, por lo tanto, para el sector cerealista conquense, tal y como subrayan, tanto Manuel Torrero, secretario general de Asaja Cuenca, como Vicente Caballero, responsable de la Sectorial de Herbáceos de UPA C-LM, que coinciden en afirmar que ya era hora que los productores puedan contar con una campaña en la que, tanto la producción como los precios sean “aceptables”.
Y es que las estimaciones iniciales son bastante halagüeñas a raíz de los resultados de las primeras semanas de siega, que, en opinión del responsable regional de la Sectorial de Herbáceos de UPA, hacen pensar que el rendimiento medio de la hectárea de cebada en la provincia de Cuenca vaya a rondar los 3.000 kilos. Pronóstico que mejora, incluso, el secretario general de Asaja, al inclinarse por un rendimiento medio comprendido entre los 3.000 y los 3.500 kilos por hectárea, si bien aclara que no dejan de ser una previsión y aún queda mucho por cosechar.
Buenos pronósticos que, además, vienen acompañados, tal y como coinciden en asegurar ambos responsables agrarios, con una buena calidad del producto. Y es que, según Caballero, las primeras cebadas cosechadas están arrojando un buen peso específico por encima de los 62 kilogramos por hectolitro, lo que viene a garantizar una buena comercialización del producto.
Una calidad que, en opinión de Torrero, responde al hecho de que en la última semana vino acompañada de bajas temperaturas, lo que “ayudó, y mucho, a que el grano se llenase y madurase bien, en condiciones”. Aun así, desde ambas organizaciones agrarias se puntualiza que la producción de cereal de este año hubiera podido ser mayor aún si no se hubiesen producido ciertos fenómenos meteorológicos adversos que mermaron el cultivo.
Es el caso de las heladas con la borrasca Filomena que, tanto Caballero como Torrero, consideran que provocaron que se perdiera bastante planta al llegar cuando la siembra estaba muy reciente. Es por ello que se estén registrando parcelas con un alto rendimiento y otras con otro no tan alto. Circunstancias a las que, además, hay que añadir las fuertes tormentas de agua y granizo de hace unas semanas, que han originado daños muy puntuales y localizados dependiendo de las zonas y comarcas, siendo La Alcarria la más afectada. Algo que se ha traducido, tal y como subraya el representante de Asaja Cuenca, en el hecho de que se puedan encontrar parcelas con peritaciones de entre el 70 y el 90 por ciento de pérdida de cosecha y otras que no han sufrido daños de consideración. De hecho, esos episodios puntuales no ha impedido que se esté hablando de una campaña del cereal con una producción a priori normal.
PRECIOS ACEPTABLES
Al hecho de que se espera una producción normal y con buena calidad se suma, además, los actuales precios del cereal en el mercado. Precios que ambos reponsables agrarios no dudan en tildar de “aceptables”. Y es que, a pesar de encontrarnos al inicio de la siega, el precio de la cebada, según Torrero, se está moviendo en la horquilla de los 195-200 euros por tonelada y, además, hay perspectivas de que se mantengan así hasta finales de agosto, lo que, sin duda, en su opinión, es una “buena noticia para el sector”.
Caballero, en este sentido, va más allá y asegura que no recuerda un inicio de campaña con unos precios como los actuales, que se sitúan en la Lonja de Albacete en los 192 euros por tonelada de cebada, mientras que a pie de campo se está llegando a pagar en torno a los 200; algo que no se está limitando a la cebada, ya que el trigo forrajero –el más extendido en la provincia– se encuentra en los 216 euros. Una situación que, a su juicio, supone “todo un alivio para un sector como éste tan castigado desde hace tantos años con precios muy bajos” hasta el punto de señalar que “de mantenerse estos precios, hay que reconocer que pueden llegar a resarcir los sacrificios de los productores en otros años”.
Con este escenario, para Caballero es más importante, si cabe, la necesidad de que el agricultor entregue su cosecha con precio cerrado y si no es posible, al menos, referenciado con algo claro, como el precio de Lonja, con el fin de evitar sorpresas indeseadas o sustos innecesarios a la hora de liquidar la operación y cobrar la producción. Y, en este sentido, recuerda que en la Ley de Cadena Alimentaria obliga a que se realicen las operaciones de compra-venta del producto con un contrato antes de la entrega.
Indicar, por último, que la superficie dedicada al cereal en nuestra provincia no ha variado mucho con respecto a otros años y se estima que en la provincia se ha sembrado en torno a 323.000 hectáreas. De éstas, 270.000 se han destinado a cebada, 33.000 a trigo, 10.000 a avena, otras tantas a triticale y 671 a centeno.