La historia de la Educación castellano-manchega se divide en dos periodos: antes de Cospedal (a.C.) y después de Cospedal (d.C.). Así lo piensa el secretario general de la Federación de la Enseñanza de CCOO Cuenca, David García Serrano, quien afirma que los años de mandato de la dirigente popular dejaron heridas muy difíciles de cerrar, especialmente en la provincia de Cuenca con la desaparición de treinta escuelas rurales y la pérdida de más de 800 docentes.
Sobre cómo se presenta el nuevo curso escolar, opina que “como en años anteriores hay ligeras mejorías, pero son muy leves. En estos tres años, solo se han revertido en un cuarto los recortes”. CCOO considera que la Consejería de Educación tiene voluntad y se preocupa, “pero hay cosas que ya deberían haberse solucionado, queda mucho por hacer”.
En este sentido, para el sindicato es urgente que se bajen las ratios y las horas lectivas. Todavía hoy hay clases en algunos niveles con 30 alumnos y la carga lectiva sigue siendo de 25 horas en Primaria, cuando a.C. era de 23, mientras que en Secundaria es de 20, cuando a.C. era de 18 (Cospedal la subió a 21). “Todavía estamos muy lejos de lo que había antes de 2010”, se lamenta el responsable educativo de Comisiones quien reclama que la inversión en Educación alcance al menos el 5 o 6 por ciento del PIB regional “porque no se está dedicando el dinero suficiente”. García subraya que el 90 por ciento del profesorado prefiere la reducción de horas y ratios a que le suban el sueldo, un aspecto en el que no tienen queja, ya que los docentes castellano-manchegos son los quintos mejor pagados de España tras haber recuperado un 3 por ciento de su salario y la paga extra que congeló el PP.
Con todo, lo que más preocupa a CCOO Cuenca es la situación de la escuela rural. “Aplaudimos que la Consejería se comprometiera a mantener centros abiertos con cuatro alumnos y nos consta que este curso incluso se mantendrán cinco secciones con menos de cuatro, pero el goteo de cierres año tras año es imparable”.
En concreto, este curso cerrará la escuela de Pozorrubio de Santiago, una medida que Educación asegura que ha sido consensuada con la única familia con dos hijos matriculados, que ha preferido llevarlos a un centro más grande. “No se puede curar un cáncer a base de aspirinas, hay que tomar medidas contundentes para salvar la escuela rural, porque cuando se proponen mejoras no llegan a este ámbito, como por ejemplo la recuperación de apoyos en Infantil”, subraya García.
Al margen de esto, el sindicato espera también que llegue lo prometido en atención a la diversidad y que se cubran las vacantes. “A los docentes que empiezan su carrera y no han conocido otra cosa hasta les parece bien lo que les ofrecen, como plazas a media jornada itinerantes sin cobrar la itinerancia, pero esto está llevando a precarizar la función docente”, concluye.