Frente a la jauría de coches que habitualmente puebla las inmediaciones de los centros educativos en las horas de entrada y salida, en el CEIP Infanta Cristina de El Provencio, cerca del 90% de los alumnos van a clase “de forma activa”, es decir, a pie, en bicicleta o en patinete. Buena parte de ‘la culpa’ de esto la tiene el programa Saludeuros, una moneda ficticia con la que el colegio premia la práctica de hábitos saludables entre los alumnos.
Este curso es el tercero en que el centro desarrolla esta iniciativa, que está teniendo “muy buenos resultados”. “Es un método muy bueno”, asegura Julián Alarcón, director del colegio. De hecho, apunta que, si no fuera por el incentivo de los saludeuros, muchos de los alumnos no adoptarían prácticas saludables.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Docente el pasado sábado 5 de octubre, la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) en Cuenca ha reconocido este proyecto del centro de El Provencio con el primer premio de Innovación Educativa en la modalidad de colegios de Infantil y Primaria.
SIN OLVIDAR EL CASCO
Todos los alumnos que optan por el desplazamiento activo para llegar al centro (también los que van andando) deben portar un peto reflectante que ha sido cedido por la cooperativa de la localidad. Además, los que van en bici o patinete, tienen que llevar casco como medida de protección.
Ir al colegio de forma activa es una de las maneras de conseguir estas monedas pero hay muchas más. Así, si se cumple con el calendario de desayuno saludable propuesto por el colegio, llevando fruta al menos dos días para el recreo, se obtienen saludeuros. Además, los viernes, que es el día libre, si se opta por elegir también fruta, el centro lo recompensa con la entrega del doble de monedas.
Por participar en las competiciones también se reciben saludeuros, recibiendo los ganadores un extra de estas monedas especiales. Enseñar a otros compañeros a jugar a algún deporte y llevar a clase el material solicitado por los maestros también tienen premio.
Y la recompensa llega cada viernes. En la última sesión, se reparte a los alumnos “la paga” de los saludeuros obtenidos a lo largo de la semana. “Y los chavales se van tan contentos”, cuenta el director. Y si hay algún día en que no es posible entregarlos esa jornada, el lunes, a primera hora, ya están reclamándolos rápidamente.
Pero igual que se pueden ganar saludeuros, también se pierden si: no se cumplen las normas del desayuno saludable; se pelean o faltan el respeto a los compañeros; no se obedecen las instrucciones de los árbitros en las competiciones; o se ensucian las instalaciones y se hace un mal uso del material o se rompe.
El centro, que forma parte del proyecto europeo Stars (Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios), también instauró el curso pasado multas para sancionar con la pérdida de saludeuros a los alumnos que no respetan las normas de tráfico durante el trayecto o en el circuito que hay en el centro.
Pero ¿en qué se pueden gastar estas monedas? El director del colegio detalla que hay premios individuales y colectivos. Entre los primeros, los alumnos pueden pagar con saludeuros las inscripciones a las competiciones, hacer dedicatorias de canciones en el programa de radio del centro e incluso retransmitir los partidos.
Además, al final de cada evaluación se celebra una Salud-rifa, un sorteo de regalos para seguir una vida saludable como balones, bidones de agua, bonos para la piscina y patinetes, entre otros artículos.
En cuanto a los premios colectivos, se pretende que los alumnos cooperen y trabajen en equipo para conseguir recompensas como: alquiler de material deportivo y quince minutos más de recreo.
Además, otro de los premios colectivos estrella es que también se puede sustituir una vez al trimestre una clase de cualquier asignatura por una sesión de juegos y actividad física en el patio.
Uno de los retos del centro es que los saludeuros, que ahora son de cartulina con el consiguiente riesgo de deterioro e incluso de rotura, se elaboren con otro material más resistente. El director explica que están a la búsqueda de alguna empresa que les patrocine. De todas formas, el premio que han recibido de ANPE, de 300 euros, también lo destinarán a ello.
Además de adquirir hábitos saludables, los alumnos también aprenden a hacerse responsables de sus propias monedas. Como en la vida real.