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Mayores

Los mayores de Valverde de Júcar se apuntan a la vida sana

Han iniciado un taller de hábitos de la salud en el que podrán participar diferentes colectivos del pueblo
Fotos: Residencial Júcar
25/09/2018 - N.Lozano

El Residencial ‘Júcar S.L.’, en Valverde de Júcar, ha iniciado un taller de hábitos de salud de la mano del Fórum de la Discapacidad. Un proyecto que se suma a los muchos que viene desarrollando en los últimos meses para fomentar un ocio de calidad entre los residentes, implicando además a otros colectivos del pueblo.

Según ha explicado la directora, Irene de la Cruz, este tipo de actividades lúdicas son claves para mantener la autonomía de los mayores. Por eso, tras un tiempo de “parón” en este aspecto, el Residencial se ha puesto manos a la obra con numerosas iniciativas. “Nuestro objetivo es cubrir las expectativas de cada uno de los residentes, con una atención centrada en cada persona”.

En el caso del taller de hábitos de la salud, se desarrollará hasta final de año, centrándose en cuatro ámbitos: higiene, alimentación, ejercicio físico y sueños. Las sesiones grupales, abiertas a todo el mundo, las impartirá una psicóloga especializada en envejecimiento activo. Asimismo, se llevará a cabo teatro inclusivo.

De la Cruz destaca que “en el medio rural no hay conciencia de estos temas relacionados con la salud, hay grandes problemas que no saben cómo tratar”. Se refiere, por ejemplo, a la falta de pautas a la hora de dormir o comer, o lo que les cuesta a los abuelos darse una ducha diaria.

Los mayores de Valverde de Júcar se apuntan a la vida sana

OTRAS ACTIVIDADES

Junto a esto, una vez al mes realizan terapia asistida con animales, dirigida a residentes asistidos y seniles, que está consiguiendo mejorar las funciones físicas, sociales y cognitivas de los participantes. “Residentes seniles que no podían coger una cuchara, ahora interactúan y acarician al perro”, señala la directora.

También está siendo un éxito el taller de Musicoterapia, que ayuda a mejorar la autoestima y el estado de ánimo, y, sobre todo, las fiestas temáticas que se celebran una vez al mes como los Carnavales, los San Fermines que se han hecho con los chicos de la ludoteca, o el Día del Abuelo el pasado julio. “Son cosas distintas que rompen con la rutina. Queremos terminar con la idea de que una residencia es un lugar donde las personas vienen solo a comer y dormir, y que se sientan como en casa y disfruten de estos momentos”.

En este sentido, De la Cruz explica que todo el equipo está trabajando para implicar a los distintos colectivos del municipio. Ya han comenzado a hacerlo con el taller intergeneracional de puertas abiertas que tuvo lugar en abril con los niños del colegio y gracias al cual se consiguieron reunir mas de 300 libros para hacer una biblioteca para el centro residencial. “La iniciativa fue fenomenal, por eso queremos seguir impulsando esta convivencia y buscando la interacción entre las personas mayores y todos los recursos que tenemos en el pueblo”.

Es la principal meta de cara al futuro además de mantener la actividad actual con la que se refuerza la empatía y la motivación. Lo próximo, será un taller de fotografía, aun sin fecha. Los residentes “están encantados y nos lo reclaman”.

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