El cultivo, venta y consumo de drogas es una problemática que desde la Guardia Civil tratan de combatir a diario y más en una provincia como Cuenca, en la que la orografía del terreno, la despoblación y la climatología facilita a las organizaciones criminales la puesta en marcha de grandes plantaciones. Por ello, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca y todas sus demarcaciones trabajan para combatirlo.
Concretamente, el Equipo Contra la Delincuencia Organizada y Antidroga integrado en la Unidad Orgánica de Policía Judicial es quien se encarga de llevar a cabo todas las investigaciones toda vez que reciben un aviso por parte de los ciudadanos o de otros miembros de Benemérita.
Desde ese momento se ponen manos a la obra para verificar que la información obtenida es verídica y una vez que tienen a su disposición suficientes indicios, si es necesario, solicitan medidas de carácter judicial como intervenciones telefónicas o instalación de dispositivos de geolocalización. Si bien, no siempre son necesarias este tipo de acciones y simplemente se procede a desmantelar la plantación o el punto de venta con los registros y detenciones oportunas en cada operación, tal y como señala el capitán jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cuenca.
CULTIVO
La provincia de Cuenca es un territorio óptimo para el cultivo de marihuana por la orografía del terreno en el que predominan grandes bosques y zonas de difícil acceso, el clima y factores como la despoblación porque, si no hay vecinos y vecinas que puedan dar la voz de alarma, el trabajo de las organizaciones criminales se vuelve mucho más fácil. En este sentido, es necesario tener en cuenta que “las grandes plantaciones se ponen en marcha por organizaciones criminales integradas por ciudadanos de países del este que llegan a Cuenca desde la costa del levante”, aunque también hay conquenses que cultivan pequeñas cantidades y tienen a su disposición entre 10 y 12 plantas.
El funcionamiento es sencillo, las grandes bandas organizadas, contratan a gente para cultivar en España y después trasladan la cosecha a sus compradores europeos que residen en países como Reino Unido, Países Bajos, Bélgica o Francia. “La marihuana no se queda aquí”, señalan desde la Comandancia de Cuenca.
VENTA
Eso sí, además de vender la marihuana cultivada en Cuenca a consumidores europeos, hay un pequeño porcentaje que se queda en Cuenca. A diferencia de las plantaciones, los puntos de venta se sitúan en grandes núcleos de población porque así pueden distribuir la droga a más compradores. “Funciona según la ley de la oferta y la demanda”, explica el capitán jefe. No obstante, por detrás de la marihuana está la cocaína, la segunda sustancia más consumida en la provincia.
OTRAS DROGAS
En los últimos años, a nivel nacional se ha disparado el uso de drogas psicotrópicas como la escopolamina, popularmente conocida como burundanga, que se asocia habitualmente a los violadores. Sin embargo, la Guardia Civil no tiene constancia de que se haya puesto en la bebida de alguna persona sustancias de este tipo, ni tampoco mediante pinchazos. “Cuando se empezaron a dar casos de pinchazos en discotecas se creó un ambiente de psicosis, pero en Cuenca no hubo ningún caso”, explica
CAMPAÑAS DE CONCIENCIACIÓN
A pesar de esos buenos datos, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca ponen en marcha cada año campañas de concienciación en el marco del Plan Director para enseñar en colegios e institutos los problemas que trae consigo el consumo de drogas. “Queremos hacerles ver lo dañinas que son para la salud”, dice. Y es que, es importantísimo que las generaciones más jóvenes no sucumban a las drogas porque “si no hay consumo no hay demanda”, apostilla el capitán jefe.
Además, entre las acciones para erradicar el cultivo y venta de drogas en la provincia de Cuenca, la Guardia Civil ha intensificado las batidas en zonas conflictivas para intentar prevenir el asentamiento de clanes dedicados al tráfico de drogas. “Estamos intentando quitarle las ganas de venir a Cuenca a las organizaciones criminales, la intención es que esta provincia no es una barra libre para esa gente”, concluye.
‘Tabacu-Tormo’ y ‘Ballesweed’, las operaciones más importantes del último año
Las operaciones ‘Tabacu-Tormo’y Ballesweed’ son las más importantes que la Guardia Civil de Cuenca ha llevado a cabo en el último año. En la primera, fueron detenidos tres ciudadanos de nacionalidad albanesa, pertenecientes a una organización criminal de carácter internacional, que disponía de una extensa plantación de “Cannabis Sativa” entre las localidades de Cardenete y Enguídanos, más concretamente en un paraje de complicada orografía próximo al río Guadazaón. En este golpe, los agentes encontraron alrededor de 2.300 plantas de entre dos y tres metros de alto, distribuidas en al menos 10 terrazas y también hallaron varias sacas con cogollos de gran tamaño ya recolectados, por lo que se estimó que la capacidad de producción del cultivo era de aproximadamente unas 5.000 plantas de marihuana.
En el segundo caso, fue desarticulado un grupo criminal con el resultado de 8 personas detenidas y 7 investigadas por varios delitos de cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes, tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal en la Urbanización “El Ballestar” de la localidad de Barajas de Melo. La operación culminó con seis entradas y registros en varias viviendas de “El Ballestar” donde la Guardia Civil encontró 8 plantaciones indoor con más de 3500 plantas de marihuana en diversas fases de crecimiento, cogollos preparados para su venta, más de 1500 euros en efectivo, una pistola de aire comprimido, así como otro material utilizado para la venta de dichas sustancias.
Foto: Guardia Civil
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