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Violencia de Género

"Juntas somos más fuertes y se nos escucha más"

María Chamón, Olga Okarinska, Ruth Ortiz y Marianela Olmedo han estado en Fuentenava de Jábaga en el homenaje que el Ayuntamiento ha rendido a todas las víctimas de violencia de género para reclamar más concienciación y medios
30/09/2018 - C.I.P.

A todas ellas se les paró la vida cuando sus hijas e hijos fueron brutalmente asesinados pero, a pesar del dolor, levantan su voz para concienciar sobre la violencia machista y por la defensa de las víctimas.

Hoy, Ruth Ortiz, la madre de Ruth y José, los dos menores asesinados por su padre, José Bretón, en Córdoba en 2011; y Marianela Olmedo, cuya hija de ocho años y su marido, en trámite de separación, fueron brutalmente asesinados en Almonte (Huelva) en 2013 presuntamente por su pareja sentimental entonces, han querido acompañar a María Chamón y Olga Okarinska, madres de Laura y Marina, las dos jóvenes conquenses asesinadas por Sergio Morate en agosto de 2015 en el homenaje que Fuentenava de Jábaga ha rendido a todas las víctimas de la violencia de género.

Frente al mosaico con la paloma de la paz de Paco Picasso en honor a todas ellas, las cuatro madres coinciden en que olvidar es imposible y el dolor perdura, pero este tipo de actos permiten contribuir a que sea la sociedad la que precisamente la que no olvide y se conciencie de que es un problema que sigue presente.

"Juntas somos más fuertes y se nos escucha más"

Están convencidas de que juntas son más fuertes “para que se nos escuche más”, indicaba María Chamón, que ha agradecido a la Corporación municipal de Fuentenava de Jábaga la celebración de este acto, así como la instalación del mosaico en la plaza “donde Laura tanto disfrutaba en las fiestas de Santa Teresa”.

“A ella le encantaba venir aquí, mi pueblo”, señala, y “espero que desde el cielo se siente orgullosa de lo que el pueblo ha organizado”.

"Juntas somos más fuertes y se nos escucha más"

Para Ruth Ortiz la base de todo es la educación que se recibe desde edades tempranas. “Una educación en igualdad no da lugar a que haya tantas víctimas de violencia de género, tanto mujeres como niños”, señala, tanto en los centros escolares como en los hogares. “Ese es el pilar básico para acabar con esto”, relata la madre de Ruth y José.

En la misma línea se ha pronunciado Marianela Olmedo, cuyo caso aún sigue sin resolverse porque “el asesino no ha pagado lo que ha hecho y sigo luchando en el Supremo”. “Todas tenemos este mismo dolor y nos ayudamos en lo que podemos para sobrevivir como podemos”, añade.

En su caso, aunque pidió una orden de alojamiento a la Guardia Civil contra su ex pareja y presunto culpable- que está en la calle-, le fue denegada porque no había recibido ningún tipo de agresión.

En la provincia de Cuenca hay actualmente un centenar de órdenes de protección a mujeres en vigor.