Basiliso Patrocinio Serrano Valero, más conocido como El Manco de la Pesquera, salvó de ser fusilado durante la guerra civil al sacerdote Alfonso Bonilla, que había llegado a La Pesquera en 1912. Habían tenido amistad y fue a por él a Villarta para evitar su muerte. Se lo trajo de vuelta a su localidad y lo nombró secretario de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) -organización de la que él era el presidente- para protegerlo. Años después, cuando el guerrillero antifranquista fue detenido, el párroco fue el único que escribió cartas a las autoridades para interceder por él.
“Aunque no sirvieron de mucho”, cuenta Óscar Serrano, sobrino nieto de Basiliso y coautor, junto a Salvador F. Cava, de un libro que recoge la biografía de este hombre. La obra se presentará durante las Jornadas ‘El Maquis en Santa Cruz de Moya’, que se celebrarán desde este viernes 4 hasta el domingo 6 de octubre. Organizadas por La Gavilla Verde, cumplen su vigésima edición homenajeando a los guerrilleros españoles.
Pepe Gorgues, presidente de La Gavilla Verde, explica que una de las novedades de esta edición de las jornadas es que se han convocado por primera vez los Premios Pedro Peinado de Memoria Histórica Guerrillera y Rural, que este año se entregarán al propio pueblo de Santa Cruz de Moya.
Las jornadas han arrancado este viernes a las 10:00 horas con una subida al Cerro Moreno -donde hubo un campamento de guerrilleros- y el izado de la bandera republicana.
Después, habrá una intervención de estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha. “Nos interesa que la gente joven conozca esta historia”, subraya el presidente de La Gavilla Verde, que cuenta con 200 socios de toda España.
Ya el sábado 5 (de 11:00 a 13:00 horas), se visitarán las fortificaciones y trincheras republicanas ubicadas en el paraje del Medio Celemín de Santa Cruz de Moya. “Son muy interesantes. Están intactas. Aunque no hubo combates, desde allí se controlaba todo. Están en un sitio estratégico”, apunta Gorgues.
A partir de las cuatro de la tarde, se presentarán novedades bibliográficas sobre la guerrilla, como el libro sobre El Manco de la Pesquera, además del Proyecto de recuperación de campamentos guerrilleros en Andalucía, de Cynthia Moreno; y Sabina y Martín, una novela histórica de Francisco Catalá.
A las 17:00 horas, se ofrecerá una semblanza histórico-biográfica del guerrillero Florencio Pla Meseguer, conocido como La Pastora, que nació con una malformación en los genitales, lo que originó el mito de si era hombre o mujer.
Una mesa de ‘desaparecidos’ (en la que se hablará de exhumaciones) y otra con testimonios sobre las guerrillas cierran las jornadas, que también incluyen la obra de teatro La Lola. Memorias de una mujer republicana, de la mano de La Voz Ahogada Projecte Escènic; la actuación del grupo de rock Mr. Simon; y una exposición que recoge los carteles de los veinte años de historia de las jornadas.
Finalmente, el domingo 6 se celebrará el XXXI acto de homenaje a los guerrilleros, que incluye entre las actividades una ofrenda floral y la actuación musical del dúo Mireia Vives y Borja Penalba.
El presidente de La Gavilla Verde hace hincapié en que las jornadas cumplen dos décadas sin haber recibido prácticamente ayudas, al tiempo que pone en valor el centro de documentación de la organización y el monumento a los guerrilleros, además de los propios espacios del maquis.
Gorgues apunta que con más recursos podrían tener en mejores condiciones el centro de documentación con el objetivo de que pudieran venir colegios e historiadores.
Las jornadas atraen a gente de diversos lugares. De hecho, el año próximo está previsto que venga un autobús de Francia al evento. Esta edición también asistirá Luis Martín Bielsa, un testigo vivo de la resistencia en nuestro país y también en Francia contra los nazis. “Ya no quedan guerrilleros. Solo él y pocos más”, detalla.
"No se fusiló a nadie allí durante la Guerra Civil. Basilio decía que él se encargaba cuando iban a llevarse a alguien para matarlo y los libraba"
Recuperar la historia
Con ese reto de que no se pierda la historia nació el libro sobre El Manco de La Pesquera, del que ya se había presentado otra biografía hace años. Su sobrino nieto cuenta que esta obra aporta como novedad que bucea también en la primera parte de su vida antes de entrar en la guerrila, desde que nació en 1908 hasta 1946.
El libro es el resultado de un minucioso trabajo de documentación en archivos, con la base de entrevistas hechas en los últimos 18 años. “El objetivo era recuperar testimonios porque la gente se va muriendo”, apunta.
Durante la investigación, pudieron contrastar que este guerrillero no solo salvó al párroco Alfonso Bonilla. “No se fusiló a nadie allí durante la guerra civil. Basiliso decía que él se encargaba cuando iban a llevarse a alguien para matarlo y los libraba”, asegura.
No obstante, reconoce que también hay una parte controvertida puesto que se le acusa de haber delatado dónde estaban los campamentos tras ser detenido en 1952. De todas formas, fue condenado a muerte y fusilado en Paterna (Valencia) en 1955. Su mujer, que fue siempre un gran apoyo, huyó a Barcelona, donde hubo gente que iba a preguntarle si era verdad que lo habían matado. “Ella tenía la camisa de su fusilamiento”, cuenta Serrano. En 2005, 50 años después de su muerte, exhumaron sus restos y se trasladaron al cementerio de La Pesquera, donde reposan.
