Landete revive tradiciones con la celebración de la II Jornada de la Matanza
Recuperar la tradición de la matanza para que no se pierda y convertir esta práctica en un atractivo turístico. Estas son las razones que han llevado a la Asociación de Jubilados y Pensionistas ‘La Alegría’ de Landete ha organizar por segundo año consecutivo la II Jornada de la Matanza, una actividad que reunirá este sábado 17 de febrero en la localidad a más de 400 personas, tal y como señala Conrado Marín, secretario de la entidad a Las Noticias.
La jornada empezará en la explanada del Calvario donde una vez sacrificado el cerdo, se realizarán todas las tareas tradicionales como el socarrado con aliagas, el lavado con tosca, afeitado y despiece. Mientras tanto, los curiosos que se acerquen hasta esta zona del municipio podrán degustar dulces, dátiles e higos secos como se hacía antaño. Posteriormente se asará cabeza de cerdo y blanquillo que tomarán de aperitivo.
Una vez concluyan estas tareas se dirigirán hasta el salón de baile donde se ofrecerá una comida típica de ‘matagorrino’. Si bien, es necesario adquirir un ticket para poder entrar. Los socios de ‘La Alegría’ pagarán 10 euros, los no socios 15 y los niños 6 para poder degustar judías pintas con chorizo y morro, carne de orza, postre, bebida, café y dulce. Además, la Asociación de Jubilados y Pensionistas venderá bebida para recaudar fondos.
Durante la tarde celebrarán un baile que estará amenizado por dos cantantes y en él repartirán chocolate con sobaos. Para terminar, harán una rifa en la que habrá cuatro agraciados o agraciadas. Habrá dos primeros premios que estarán dotados del embutido y carne de medio cerdo, el segundo acertante se llevará seis botellas de vino donadas por la Bodega Alto Landón y el tercero ganará un jamón.
“Con este tipo de actividades queremos dar vida al pueblo”, señalan desde la Asociación de Jubilados y Pensionistas ‘La Alegría’. Es por ello que a lo largo del año realizan más actividades con el fin de “animar a la gente mayor a salir de casa y relacionarse con el resto”, cuentan. En este sentido, un viernes al mes organizan una ‘cena de sobaquillo’ en la que cada persona lleva a la sede de la asociación, situada en la calle Caba, su propio bocadillo. “Lo importante es juntarnos”, sentencia Marín. En esas noches además organizan un baile porque “es lo que nos gusta”, cuenta Conrado Marín.
NUEVOS RETOS
Igualmente, la sede está abierta todos los días y en el bar de la misma se reúnen los socios a jugar al mus y pasar la tarde en compañía del resto. “Todo el mundo está encantado porque era algo que se estaba perdiendo y hemos conseguido atraer a más gente a la asociación”. Tanto que han conseguido pasar de 70 a 400 socios en apenas dos años.
Cada uno de ellos paga una cuota y con ese dinero y el que recaudan en las actividades van a pintar el local, arreglar la pista de petanca y financiar, en la medida de lo posible, viajes.