La vigésimo primera edición de las jornadas dedicadas a los maquis en Santa Cruz de Moya se celebrarán este año de forma virtual por la pandemia de COVID-19 y consistirán en la presentación de varias novedades bibliográficas bajo la coordinación de Juanbe Moreno.
La asociación La Gavilla Verde, organizadora cada año de este evento, ha precisado en su página web que estas jornadas tendrán lugar del 1 al 3 de octubre de 2020.
Así, está prevista la presentación, en formato online, de novedades bibliográficas sobre la guerra antifranquista dado que “la mayor parte de la difusión del fenómeno guerrillero procede del ámbito académico e investigador”.
En concreto, se presentarán las publicaciones “Operación telaraña verde” y “Franco debe morir”.
La primera, de Benjamín Malavia, aborda una operación republicana que trató de cambiar el curso de la historia a favor de la legalidad contra los sublevados, con historias sobre la guerra y la Serranía de Cuenca.
La segunda, “Franco debe morir”, de Alejandro M. Gallo, recrea los atentados perpetrados contra el general, entre ellos el de 1949 cuando iba a inaugurar una central térmica.
En este sentido, el colectivo ha recordado que el centro de documentación de Santa Cruz de Moya cuenta con una importante colección, en la que se pueden encontrar la mayoría de las obras indispensables para el conocimiento de lo que pasó en esos años de posguerra.
Las jornadas sobre los maquis reúnen cada año en esta pequeña localidad conquense a cientos de personas, y este año se celebraría además la 32 edición del acto de homenaje a los guerrilleros en Cerro Moreno, donde se erige un monolito en recuerdo a los fallecidos.
El año pasado además se entregó la primera edición de los galardones “Pedro Peinado”, ex director de La Gavilla Verde, fallecido en 2014.
En estos actos, años atrás, participaron miembros de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (Agla), la más importante del Partido Comunista dentro de España durante los años 40 del siglo pasado.
Santa Cruz de Moya alberga, en Cerro Moreno, el monolito en recuerdo a los trece guerrilleros que fallecieron allí en 1949.