Entre 550.000 y 570.000 gallinas ponedoras han muerto asfixiadas en el incendio que este mediodía se ha desatado en las naves que el grupo avícola Rujamar tiene en San Lorenzo de la Parrilla. La virulencia del fuego ha sido tal que en poco menos de tres horas las llamas han devorado las tres naves en las que se encontraban los animales.
“Han muerto todas las gallinas que había en las naves, que estaban llenas", señala el presidente ejecutivo, Rubén Martínez, quien destaca que lo más importante es que no se han registrado daños personales. “Hay que dar gracias porque no ha habido ninguna víctima, solo un pequeño golpe que se ha dado un trabajador al correr, pero por lo demás nada que tengamos que lamentar”.
El fuego se originaba sobre las 13:30 horas en la nave central y se extendía en menos de media hora por el resto. La empresa ha activado el sistema de incendios, pero no ha servido de nada. "Se ha propagado de una manera brutal”, añade Martínez, subrayando la rápida actuación de los servicios de emergencias.
A pesar de los esfuerzos, no se ha podido salvar ninguna de las aves que, dice, "han muerto de una forma rápida pero cruel". El número de pérdidas equivale aproximadamente a una cuarta parte de las gallinas que manejan en Rujamar.
En este punto, avanza que – a menos que se tome una decisión de último momento– la cadena de suministro de huevos se mantendrá para los clientes de la empresa.
Con cerca de dos millones de gallinas aún disponibles y la colaboración de otras empresas del sector que han ofrecido su ayuda, Rubén Martínez confía en que podrán cumplir con sus compromisos.
Las naves calcinadas, con una vida útil de 30 años, se construyeron entre 2017 y 2020 y estaban dotadas con la última tecnología y sistemas de protección, pero ante un siniestro de esta envergadura "no se ha podido hacer nada".
Las primeras estimaciones apuntaban a que el incendio habría comenzado en unos plásticos en el interior de una de las naves avícolas, pero de momento no se ha determinardo el origen de las llamas.
En las labores de extinción han participado bomberos del Ayuntamiento de Cuenca, de los parques de Motilla del Palancar y Tarancón, dependientes de la Diputación, y del INFOCAM del Gobierno Castilla-La Mancha, que además de medios terrestres ha incorporado un helicóptero.