Como cada año, Huélamo se viste de gala para celebrar sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario. Del 29 de agosto al 1 de septiembre, la alegría, la devoción y la tradición se dan cita en este municipio a través de multitud de actividades lúdicas, culturales, deportivas y religiosas. Todavía en medio de la euforia que suponen las Jornadas de los Tercios, las cuales finalizan el sábado 24 de agosto, Huélamo ultima ya los preparativos.
Leopoldo Martínez, alcalde de Huélamo, declara que están viviendo desde ya unos días muy intensos con las mencionadas Jornadas de los Tercios, que están marchando maravillosamente. Aunque “no tenemos tiempo de respirar”, bromea el primer edil, asegura que el pueblo vive con mucha ilusión la llegada de sus fiestas patronales.
“Se van pasando las tradiciones, hay chicos y chicas de tercera o cuarta generación que no viven en el pueblo, pero que vienen en estas fechas y las mantienen”, celebra Martínez, comentando que aquí está la clave: en que Huélamo no ha perdido la esencia de muchas de sus actividades tradicionales, algunas tan antiguas, comenta entre risas el alcalde, que incluso se desconoce el origen de las mismas.
Por tercer año consecutivo, se realizarán los encierros por el campo, uno de los grandes reclamos de las fiestas huelameras
LOS CARGOS
La actividad estrella, la más emotiva y “la joya”, se moja el alcalde, son “Los Cargos”: el bastón, la bandera y el ‘pincho’ se hacen los protagonistas en este acto que, se presupone, data de la época de La Reconquista. Esta es una de las muchas tradiciones que mantiene Huélamo, a las que se suman los encierros, precisando Martínez que este año se volverán a hacer los encierros por el campo, así como los bolos castellanos o el lanzamiento de barra castellana con el que se dan por finalizadas las fiestas el domingo día 1. Como novedad, y aprovechando la orografía de la Calle Real, se instalará una rampa de agua para lanzarse y disfrutar de unas refrescantes fiestas.
“Les animo a que vengan a ver la entrega, los encierros… son muy bonitos tanto para los que no los han visto como para los que sí. Así, nos ayudan también a los restaurantes, bares y a todo el pueblo”, concluye Leopoldo Martínez, que estos días ve Huélamo en sus días más bulliciosos.