Tras la temporada invernal y dos años de restricciones por la pandemia, El Hosquillo ha reabierto sus puertas al público eliminando las limitaciones para los grupos, que vuelven a poder ser de hasta un máximo de setenta personas frente al cupo de 50 que se impuso la pasada temporada debido a la Covid-19.
Enclavado en el corazón del Parque Natural de La Serranía de Cuenca, el parque cinegético recibió en 2021 un total de 14.659 visitas frente a las 20.000 que se contabilizaban antes de pandemia, una cifra que prevén recuperar este año.
Así lo señala el delegado de Desarrollo Sostenible en la provincia de Cuenca, Rodrigo Molina, quien habla de “grandes expectativas” para esta nueva temporada “después de dos años de restricciones”. Y pone como ejemplo que el cupo de visitas que se establece para grupos ya está cubierto para los próximos tres meses.
Respecto a la procedencia de los visitantes, el pasado año, el 40% de las 14.659 personas que pasaron por este parque cinegético que es gestionado por el Gobierno regional venían de Levante; el 30%, de la provincia de Cuenca; y el 30% restante de otras. Solo 185 recorrieron este espacio en visitas en grupo.
“La mayor novedad es que recuperamos la normalidad”, apunta Molina, quien añade que, no obstante, habrá que llevar mascarilla durante las visitas mientras la normativa sanitaria las mantenga.
Ciervos, gamos y jabalíes, además de aves como águilas reales, búhos reales, aguiluchos, cernícalos y águilas calzadas, entre otras especies que no se pueden devolver al medio natural porque no sobrevivirían, son algunos de los habitantes de este espacio, aunque el animal más emblemático del parque cinegético es el oso pardo.
Tras el baby boom de la temporada invernal 2020-2021 –cuando nacieron cinco oseznos, aunque dos fallecieron en los siguientes meses–, este año parece que no ha aumentado la población. “No tenemos constancia de que haya nacido ninguno aunque tampoco se puede descartar aún. Con estas temperaturas que estamos teniendo, las madres no están todavía al 100% y no se ven todos los días por lo que habrá que esperar para ver si ha crecido la familia”.
Por ello, la población de osos asciende en estos momentos a doce ejemplares: nueve adultos y tres oseznos que aún no se han podido sexar. “Habría que dormir a los otros y no se ha encontrado el momento adecuado”, matiza.
El parque también quiere incorporar ejemplares de lobo ibérico, una especie que antes habitaba en este espacio aunque la pareja que había falleció por leishmaniosis en marzo de 2019, pero de momento no hay ninguna novedad al respecto.
El espacio –en el que se han acometido actuaciones en el vallado, pasarelas y la osera, así como para mejorar la accesibilidad de edificios– estará abierto hasta el 8 de diciembre y hay dos turnos de visitas: a las 11:30 y a las 16:30 horas.
