Una fuerte tormenta de agua y pedrisco, acompañada de viento, causó en la noche de este jueves diversos destrozos en la localidad conquense de Santa María del Campo Rus. Según el alcalde del municipio, Miguel Ángel Esteban Rubio, el pueblo sufrió “una especie de pequeño tornado” que se llevó por delante cubiertas de naves, árboles, tejas y cableado del tendido eléctrico, habiendo resultado herida una mujer.
El primer edil concreta que la mujer, debido al fuerte viento, sufrió la amputación de un dedo cuando intentaba cerrar unas puertas.
La tormenta se registró sobre las nueve de la noche y duró una media hora, provocando también importantes daños en los campos de vid y pistachos de la localidad, entre otros cultivos.
Esteban Rubio explica que hasta el municipio se han desplazado este viernes los bomberos, para proceder al saneamiento de los árboles con el fin de evitar caídas de ramas, y técnicos de las compañías eléctrica y telefónicas para solucionar los desperfectos ocasionados por la tormenta.
“Nadie recuerda una tormenta así en el pueblo”, asegura el alcalde.