La provincia de Cuenca afronta este año una campaña de la almendra inferior a la del año pasado, aunque, eso sí, con una producción de excelente calidad. Y así se pone de manifiesto desde la Agrupación Castellanomanchega de Productores de Frutos Secos, cuyo gerente, Fernando Pinedo, estima en un 35 por ciento la merma prevista en la cosecha de este año con respecto al anterior, sobre todo, por las heladas primaverales que han hecho bastante daño en el cultivo, si bien, eso sí, de manera muy desigual, aunque generalizada. Y es que, según recalca, en prácticamente todos los municipios de la provincia se han registrado heladas esta primavera, en unos más que en otros.
A esto hay que sumar las heladas de la floración temprana, en especial de la variedad largueta, aunque, por supuesto, ha sido menos representativa, puesto que, tal y como ha puntualizado, la gran mayoría de la producción de la provincia es de floración tardía, con variedades como constantí, lauranne, guara, etc.
En concreto, la provincia de Cuenca dispone de un total de 27.800 hectáreas de almendro, aunque se encuentran en producción en torno a 20.000 ha, de las que 4.000 comienzan este año a dar sus frutos. Incorporación de nuevas hectáreas en producción que, tal y como ha subrayado Pinedo, ha mitigado en parte la caída de la producción provocada por las heladas primaverales.
No obstante, a pesar de estos fenómenos meteorológicos adversos, el alto nivel pluviométrico registrado este año va a permitir a los productores conquenses hablar de una cosecha de una calidad excelente, “con calibres grandes y un buen llenado del grano, que prácticamente está completo”.
La incorporación este año a la producción de unas 4.000 hectáreas de almendros ha mitigado en parte la reducción de la cosecha por las heladasOtra cosa bien distinta será la producción final de almendra que se estima que se situará entre las 2.500 y las 3.000 toneladas, un 35 por ciento por debajo de la registrada la pasada campaña cuando se elevó a las 4.000 toneladas. Si bien hace hincapié en el hecho de que no deja de ser una estimación. Y es que, tal y como asevera el gerente de la agrupación de productores, este año es más complicado, si cabe, el calcular la cosecha final, sobre todo, por lo generalizado de las heladas y su desigual incidencia, del tal manera que puede darse el caso de que haya plantaciones con una producción abundante y otras que la han perdido prácticamente y no merezca la pena recolectar la almendra que ha quedado en los árboles porque los gastos superen a los ingresos que puedan suponer.
Los árboles se encuentran vegetativamente en muy buen estado. No se han experimentado importantes plagas, solo ha habido pulgón, y la avispilla está bastante controlada, porque los productores están muy concienciados de manera generalizada de la importancia de los tratamientos para prevenir esta plaga. Ahora, sin embargo, según Pinedo, están comenzando a aparecer los hongos, pero no preocupa especialmente a los cultivadores, entre otros motivos, porque “los almendros tienen buenas reservas hídricas y están muy fuertes”, incide.
PRECIOS
En cuanto a los precios, desde el sector no se espera que varíen mucho con respecto a la pasada campaña, y continúen bajos, a excepción de la ecológica que se encuentra a unos niveles muy altos, por encima de los 8 euros por kilo de almendra en grano. La convencional continúa en el entorno de los 3,10 euros/kg., “cuanto que se cubren gastos”, especifica.
La tendencia, además, es que no vayan a variar mucho, si bien dependerá, como siempre, de cómo vaya a ser la cosecha en California –la mayor zona productora mundial–; eso sí, todo apunta a que será buena, si bien, según indica Pinedo, “falta por ver si la sequía les va a afectar de alguna manera y eso repercutiría, sin duda, en el precio en el mercado”.
En este sentido, el gerente de la Agrupación Castellanomanchega de Frutos Secos, hace hincapié en que la almendra española tiene muchos problemas para colocarse en el mercado mundial, porque los compradores, a igualdad de precios, prefiere la americana, al tener garantizado que no tendrá almendras amargas entre la producción; algo que “en nuestro país no somos capaces de erradicar”. A esto se suma el hecho de que en California se trabaja con cuatro variedades, por lo que su producción es muy homogénea, tanto en calibre como en color. Nada que ver con lo que ocurre en nuestro país, donde se producen más de una treintena de variedades. Dos cuestiones que, en su opinión, son dos de sus asignaturas pendientes.
FERNANDO PINEDO. GERENTE PRODUCTORES FRUTOS SECOS DE C-LM“Hay muchos problemas para colocar la almendra española en el mercado mundial, porque los compradores, a igualdad de precios, prefiere la americana, ya que garantizan que no hay almendras amargas, además de una homogeneidad en el producto, tanto en tamaño como en color, al producir cuatro variedades, no como en España que hay más de una treintena”