La invasión rusa de Ucrania continúa dejándose sentir en otros muchos ámbitos más allá de la tragedia del conflicto bélico. Y si el temor a un posible desabastecimiento de aceite de girasol, al ser Ucrania uno de los principales proveedores de España, está llevando a muchos consumidores a comprar de manera desmesurada este producto, ahora la “fiebre” parece haber llegado al aceite de oliva.
En los últimos quince días se ha producido un notable incremento de la demanda de este producto en todo el país y, como es de esperar, las almazaras de la provincia de Cuenca no están siendo una excepción. De hecho, las cooperativas conquenses de aceite de oliva consultadas por esta redacción confirman esa considerable subida en las ventas desde el inicio de la guerra de Ucrania, aunque cada una de ellas en diferentes proporciones.
Desde la cooperativa Alta Alcarria, de Valdeolivas, su gerente Miguel Ángel Ibáñez ha corroborado el importante aumento de las ventas, que en las últimas semanas ha llegado a duplicarse. Algo que, a su juicio, responde claramente al conflicto bélico que está generando cierto nerviosismo entre los consumidores.
En este sentido, apunta que en el sector de la restauración se ha registrado un incremento de la demanda importante, como “si quisieran acaparar más cantidad de aceite de oliva de lo habitual ante la guerra”, a pesar de que, según subraya, “en España no hay problemas de abastecimiento de este producto. Hay suficiente aceite para atender la demanda”.
Juan Fuente, gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, de Mota del Cuervo, por su parte, habla de un incremento de las ventas, aunque no en las proporciones de la cooperativa alcarreña. En su caso, han experimentado en las últimas dos semanas un aumento destacado de las ventas online, aunque con la última subida de precios parece haberse calmado la situación.
Para el sector, la actual sequía que hace peligrar la floración del olivo y, por lo tanto, la próxima cosecha, es otro de los factores que ha influido en la subida de los precios de las últimas semanasAun así constata el elevado interés que ha despertado la compra de aceite de oliva entre los consumidores, si bien aclara que la incidencia en esta cooperativa ha sido menor, sobre todo, por el hecho de que está conformada por pequeños olivicultores que sobre todo destinan su producción al autoconsumo, que representa entre el 60 y el 70% del total de Nuestra Señora de Manjavacas.
En términos similares se ha pronunciado Miguel Luis Sidera, gerente de la cooperativa Aceites de La Manchuela Conquense, de Campillo de Altobuey, quien corrobora ese destacado incremento de la demanda, más allá del lógico aumento en estas fechas con motivo de la llegada al mercado del aceite de oliva de la campaña de este año.
SUBIDA DE PRECIOS
Pero este aumento desmesurado de la demanda no ha venido solo, puesto que ha llevado aparejada una notable subida de los precios. De hecho, en los últimos diez días el aceite de oliva, en sus tres categorías (lampante, virgen y virgen extra), se está pagando entre un 10 y un 17% más, situándose por encima de la barrera de los 3.400-3.600 euros/tonelada, según Poolred, el Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva.
Detrás de este comportamiento, el sector olivarero no solo ve las consecuencias directas del aumento de la demanda por la guerra de Ucrania, sino también por la persistente sequía de los últimos meses, que está generando cierta incertidumbre en torno a la floración del olivo si no llueve pronto y, por lo tanto, cierto temor ante la producción de la próxima campaña.