¿Quién puede presumir de tener en su casa un archivo lleno de sucesos que retrata a un país a lo largo de dos siglos de su historia? Maximiliano Roldán y su mujer, Paquita Sánchez, tienen una colección de periódicos que corresponden a diversas épocas de España, que abarcan desde el siglo XIX hasta la actualidad, en su gran mayoría ejemplares originales.
Algunos podrán pensar que son solo un montón de papeles sin valor, pero para esta pareja sigue siendo la afición que han construido durante más de 50 años. Roldán es un conquense que nació en Honrubia, con raíces familiares en Barchín del Hoyo, pueblo de su madre, y ha trabajado en la zona de Valencia durante bastantes años hasta su jubilación.
En su camino conoció a Paquita Sánchez, natural de Grazalema (Cádiz), quien de manera fortuita le introdujo en el coleccionismo. Actualmente, ambos viven en Picanya, localidad cercana a Valencia. Roldán se casó con su mujer en 1973 y ella le confesó un secreto: guardaba una prensa de época, en concreto un ejemplar de La Correspondencia de Valenciaque databa de 1937, órgano de la Unión General de Trabajadores (UGT).
A Roldán no le supuso ningún problema que su mujer tuviese esta publicación y, aunque no lo guardaba como una colección, se convirtió en una afición para el matrimonio, que ha perdurado por más de medio siglo.
Esta afición comenzó en 1975, cuando Roldán vio en un rastro un montón de papeles por los que le pidieron 1.000 pesetas, que consiguió regatear hasta dejarlo en 500. Luego observó que se trataba de ejemplares en perfecto estado, mayoritariamente del año 1935, y algunos de 1934, de una treintena de revistas Estampa, una revista cultural de tirada semanal.
A su juicio, Roldán sostiene que tiene ejemplares que no son "muy caros para la importancia que tiene la prensa antigua".
Poco a poco, fueron consiguiendo más y más ejemplares en diferentes rastros, mediante contactos, en tiendas de antigüedades y, en menor medida, por internet. Toda esta gran colección que han recopilado a lo largo de los años la almacenan en la parte baja de su casa en Picanya (Valencia), donde consideran que es apropiada para la correcta conservación climatológica de los periódicos.
Para ello, diseñaron cajones de madera en los que optaron por almacenarlos, ordenados cronológicamente para poder localizarlos mejor, en pequeñas cantidades, para evitar que se acumule mucho peso y así preservarlos adecuadamente.
A su juicio, Roldán consideró entonces que el coleccionismo de periódicos le resultaba "tan digno de estar en la pared de una sala de exposiciones, o quizás más, que un cuadro". Estas palabras se corroboraron con el gran recibimiento que obtuvo la primera exposición de periódicos, que realizaron abarcando toda época desde el siglo XVII hasta los años 2000, en su localidad, Picanya. Se expusieron ejemplares de periódicos como Claro o El Sol.
Fue todo un acontecimiento al que acudieron la prensa, la radio y la televisión. Entonces se dieron cuenta de que el coleccionismo de prensa "suscita curiosidad en todos los estamentos relacionados con el tema".
Durante estos años, han realizado varias exposiciones en lugares como Barchín del Hoyo o Cuenca, con temáticas como "Prensa y mujer" o "Prensa y República". También han presentado su colección en la zona de Valencia, donde residen actualmente.
La publicación más antigua es un ejemplar del 'Diario de Madrid' que data del año 1810.En su gran colección de ejemplares, poseen extractos de noticias relacionadas con Cuenca, como, por ejemplo, un reportaje del periódico Blanco y Negro del año 1915 que habla sobre la Catedral de Cuenca, acompañado de numerosas fotos; también un ABC de 1930 en el que mencionan la aparición de unos cadáveres en la zona de Cuenca, o una publicación relacionada con el conocido "Crimen de Cuenca", que "nunca existió", como comenta Roldán.
En cuanto a periódicos editados en la provincia, lamenta no tener tantos como le gustaría, pero menciona que posee algún ejemplar de Ofensiva, periódico falangista del Movimiento en la provincia de Cuenca, que existió desde 1942 hasta 1962.
El ejemplar más antiguo que ambos conservan es del Diario de Madrid, de 1810, en un formato pequeño, como media revista.
Elegir uno al que Roldán le guarde más cariño le resulta difícil porque son muchos, pero destaca un número de Estampadel 24 de junio de 1933 que habla de la actriz Rosita Moreno, cuyo nombre real era Gabriela Victoria Viñolas. El motivo: por su "expresión y una gráfica impresionante", lo que le "agrada muchísimo".
A pesar de su extensa colección, le gustaría conseguir el primer y último ejemplar del periódico Ofensiva y algún número relacionado con la "evolución social de España", como, por ejemplo, que reflejase la figura de Alfonso XIII en su faceta más cinematográfica. Aunque ya dispone de alguna publicación en este sentido.
En la actualidad, Roldán y Sánchez no adquieren tantos ejemplares como antes, solo algunos que les resulten interesantes. Al ser preguntados sobre qué harán con toda su colección, Roldán bromea con hacer una falla y quemarlo todo, como es la tradición tan popular en Valencia, pero su familia se niega Por lo tanto, llegado el momento, han pensado en cederla a alguna asociación o institución, aunque no es algo que hayan valorado seriamente porque sus hijos han mostrado interés en hacerse cargo de la colección.
De manera anecdótica, recuerdan que, fruto de las exposiciones que han realizado, presenciaron momentos emotivos, como cuando una reportera de televisión del extinto Canal Nou valenciano se emocionó al ver una imagen de su abuelo, que fue boxeador, en una vitrina, faceta que desconocía. En un colegio de médicos, un facultativo reconoció también a su abuelo en una imagen, ya que había sido torero, y se ofreció a pagar el ejemplar, pero no accedieron. "Fotocopias, las que quieras, pero la revista, lo siento, no", le dijeron.
También destacan que han pasado figuras ilustres por sus exposiciones, como la escritora Almudena Grandes, Ángeles Caso o Luis Eduardo Aute.
Para Sánchez, las muestras que realizan son exposiciones de "sentimientos", donde cada cual "va a encontrar ahí su noticia", o la de algún familiar que alguien de su familia ha vivido, por lo que considera una actividad "muy interesante e importantes las vivencias en las exposiciones". Además, ella resalta que aprenden "muchísimo" de las personas que acuden a sus presentaciones.
La mujer de Roldán destaca el "interés" que muestra la gente por la prensa antigua, ya que se sorprenden al verla de una manera distinta a como la tenían interiorizada, o cuando les explican los distintos formatos de la prensa. De hecho, le han llegado a decir lo mucho que han aprendido a raíz de las exhibiciones sobre el valor de la prensa y la importancia de conservarla.
En definitiva, son más de cincuenta años siendo los guardianes de la información de más de dos si y lo que comenzó por casualidad se ha convertido en un hobby que ha unido a esta pareja en su idilio con la prensa.
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