Juicio Asesinato en Garcinarro
La Guardia Civil ve “claro” el homicidio de Garcinarro por los indicios junto al cuerpo
Los agentes de la Guardia Civil implicados en la investigación del homicidio de la mujer de Valle de Altomira-Garcinarro han descartado la hipótesis de que esta persona se hubiera suicidado y han visto “claro” que todo apunta al homicidio por el ADN encontrado tanto en las uñas del cadáver y en diferentes elementos de la casa, así como por los diferentes elementos que rodeaban al cadáver.
A las 16.30 horas se reanudaba el juicio en la Audiencia Provincial de Cuenca, donde una decena de agentes de la Guardia Civil han prestado declaración.
Según sus declaraciones, el cuerpo se halló en una postura encogida, no tenía tierra por encima, el terreno de alrededor estaba intacto sin remover, “lo que da a entender que el cuerpo de la víctima fue depositado ahí en brazos, sin ser arrastrado previamente, en estado semi inconsciente y se le prendió fuego con una pastilla de encendido de estufas”.
Todo ello porque “ni en el cadáver ni en el terreno se han encontrado signos de que la mujer, en caso de haberse querido suicidar, tuviera dolor y se removiera para librarse de las llamas”. Y es que, “morir quemado es muy muy doloroso, y se puede asegurar que hubo una combustión lenta porque la mujer tenía una ropa sintética que quema lenta”. “Si hubiera estado la mujer consciente de lo que estaba pasando, se hubiera revuelto por todo el terreno intentado apagarse el fuego del dolor que tuvo que sufrir”.
“Si alguien se quiere suicidar, intenta que sea lo más rápido posible” y por esto, la Guardia Civil descarta también el suicidio porque el cuerpo no presentaba en ningún momento ningún acelerante de la combustión.
En la escena, tanto el árbol y como los tubos de plástico del sistema de riego del huerto que habían cerca de la víctima estaban intactos, hecho que según la Benemérita refuerza la hipótesis de que alguien le prendió fuego intencionadamente sin usar acelerantes de la combustión. También porque las zapatillas de la mujer estaba cada una por una parte, como si se hubieran caído mientras la llevaban en brazos hasta el lugar de los hechos. Por todo eso no ven factible el suicidio.
Además, el cuerpo presentaba humo en los conductos respiratorios y la lengua, por lo que la Guardia Civil asegura que murió viva inconsciente y, mientras ardía, respiraba.
ADN Y FIBRAS DE ROPA DEL ACUSADO EN LAS UÑAS
Sobre el ADN, en las uñas se han encontrado restos genéticos que pertenecen al único acusado, que también se hallaron en una caja de cerillas junto a muestras del viudo y, en una caja de pastillas de encendido para la estufa, únicamente estaban las de F.J.M.A.
Por otro lado, un trozo de plástico del envoltorio de las pastillas de encendido estaba junto al cadáver, y ahí no había ningún resto de ADN. Pero esas pastillas, dentro de la casa, se guardaban en un cajón donde sólo había restos genéticos del acusado, así como en la caja. Además, uno de los agentes ha indicado que la ropa que se requisó al acusado olía a humo “como de hacer una fogata o una barbacoa, no de tabaco”.
En las uñas de la víctima también había fibras de ropa que el acusado llevaba el día de los hechos y otras que, bien podría ser también del presunto homicida o bien del viudo de la víctima, ya que padre e hijo, en declaración del acusado, solían intercambiar la ropa porque ambos tenían la misma talla.
A preguntas del abogado de la defensa, los agentes han incidido en que no queda acreditado que el cuerpo de la mujer sufriera algún golpe de forma previa, al igual que tampoco se pueden apreciar hematomas debido al nivel de calcinación del cuerpo, pero sí que se tuvo que dejar a la mujer inconsciente antes de quemarla.
Los agentes también han confirmado que el cuerpo del acusado no tenía signos de haber sufrido arañazos o lesiones por parte de la víctima para que el ADN estuviera en sus uñas, pero la Benemérita ha sostenido que no hace falta provocar un arañazo visible a simple vista para que se deposite el ADN en las uñas.
Preguntados sobre las escuchas telefónicas que se realizaron durante las semanas posteriores al homicidio, en ellas se oían al viudo diciendo que su mujer quería morirse. De ahí que la defensa sostenga que la víctima se había suicidado, a lo que el agente ha respondido “que no es lo mismo querer morirse que querer suicidarse”, reiterando que el escenario no coincide en absoluto con ese tipo de conducta autolícita.
Por todo ello, desde el Instituto Armado creen improbable que la víctima tuviera el valor de quemarse a sí misma y todas las pruebas recopiladas, a su juicio, conducen a que a F.J.M.A. ha cometido el homicidio. Llegan a la conclusión porque el viudo fue visto esa mañana desde primera hora con diferentes personas tomando café en el bar o podando la parra de un vecino de Garcinarro. Tanto víctima como acusado estaban solos en la casa ese 8 de marzo de 2019, porque no se ha hallado ADN de terceras personas.
La sesión continuará este miércoles a partir de las 8:30 horas, donde está previsto que se practiquen las pruebas periciales de los especialistas que elaboraron los diferentes informes forenses que obran en autos.