Castilla-La Mancha contará con el primer buscador en red abierto al público con todos los bienes inmuebles con algún tipo de protección que existen en la provincia de Cuenca. Será, como lo definen los arquitectos encargados de este ambicioso proyecto, una especie de enciclopedia online, o mejor dicho, el ‘Google’ del patrimonio provincial.
Este inventario en el que ya se ha comenzado a trabajar ha sido posible gracias al acuerdo entre el Colegio de Arquitectos de Cuenca y la Diputación Provincial.
‘Patrimonio de Cuenca’ ha sido desarrollado por un equipo de seis colegiados que lideran esta iniciativa. Ellos son Raúl Cardo, Fernando Ortega, Arantxa Lara, Nacho Vignolo, Fernando Olmedilla y Tino Antolínez.
Como explica a Las Noticias Cardo, la idea surgió de la propia Diputación. “Buscaban invertir en patrimonio como motor económico y de desarrollo y decidió contar para ello con el Colegio de Arquitectos, que convocó un concurso entre sus colegiados para su desarrollo”.
La tarea que tienen por delante estos profesionales es censar todos los bienes inmuebles de los distintos municipios, unificarlos y sistematizar la información en unas fichas que ya se están almacenando en la web ‘patrimoniodecuenca.es’, de forma que pueda ser consultada por cualquier persona interesada.
“Tendrá muchas salidas porque será útil tanto para la investigación como para el turismo”, apunta Raúl. Además, ofrecerá a la Institución Provincial la información necesaria para actuar en aquellos lugares que más lo requieran.
Por el momento, ya se han grabado 590 entradas, aunque estiman que hay alrededor de 4.000 bienes susceptibles de formar parte de este inventario. Por tanto, todavía hay muchos años de trabajo por delante.
La primera dificultad que han encontrado los arquitectos “es que hemos partido completamente de cero porque la información que existía era muy heterogénea”, dice Ortega. Como principales fuentes, disponen de un catálogo del Ministerio de 1979 y los distintos planteamientos municipales.
El Servicio de Patrimonio de la Junta también tiene su propia base de datos, aunque no es pública, una información que esperan sumar en un futuro a su plataforma estableciendo los mecanismos de coordinación necesarios para que la información sea útil a todos los agentes implicados en la conservación del patrimonio.
Lo que les ha dado unas valiosas pautas de actuación han sido las experiencias del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y del Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés. Andalucía, con una base de datos que comenzó a elaborar hace 28 años, es pionera en este tipo de gestión. “Estas dos comunidades ya van varios pasos por delante y están ya documentando el patrimonio inmaterial, como son las canciones, los dichos populares o las leyendas y nos gustaría llegar a ese nivel”, cuenta Cardo. “El patrimonio es lo que es por la historia que lleva detrás”, añade al respecto Arantxa.
SORPRESAS
Con estas fuentes y recopilando datos a pie de campo ya han dado los primeros pasos y han hecho descubrimientos asombrosos. Por ejemplo, que pueblos como Carrascosa de la Sierra tiene más enclaves interesantes, unos 150, que número de habitantes. O que en Barbalimpia, en el término municipal de Villar de Olalla, hay una fuente y una calzada romanas. Y es que no solo hablamos de iglesias, castillos, ermitas o murallas. Los pueblos conquenses guardan otras construcciones que son testigos de su historia y que no deben perderse como corrales, palomares, pegueras o yeseras.
“A la gente le sorprendería también las muchas iglesias románicas que hay o puentes medievales perdidos”, subraya Fernando. Como el de la Carpintería, en Fresneda de Altarejos, que les descubrió la directora del Archivo Histórico Provincial, Almudena Serrano.
Hay pueblos como Carrascosa de la Sierra que tienen más enclaves protegidos que número de habitantes. Otros, como Barbalimpia, cuentan con una fuente y una calzada romanasTambién tendrán cabida las antiguas estaciones de tren, en cuya rehabilitación ha puesto especial interés la Diputación; los molinos de agua, los chozos, las ventas de la zona de La Mancha o los silos de época franquista. Por su parte, Nacho Vignolo se ha quedado fascinado con las torres de telégrafo.
PRIMEROS PASOS
El equipo director se dispone a hacer partícipes a los ayuntamientos para que les ayuden en esta búsqueda de enclaves.
Asimismo, están manteniendo reuniones con otros profesionales como historiadores, arqueólogos o documentalistas para que les asesoren “y nos den una visión más global para no tener solo la perspectiva desde la Arquitectura”. El proyecto estará abierto además a la participación de todos los arquitectos de Cuenca que lo deseen. “Buscamos un trabajo muy colaborativo”.
FICHAS
El nuevo sistema de catalogación del patrimonio, con el que el órgano colegial pretende acometer el inventariado de los recursos patrimoniales de la provincia, se presentó en la capital el pasado 13 de abril.
Las fichas serán de fácil acceso y en ellas se mostrarán fotografías del bien e información básica, además de imágenes en 360 grados que permitirán una visita virtual. Tan fácil como que alguien que vaya a visitar el fin de semana La Almarcha introduzca el nombre de la localidad en la aplicación informática y obtendrá todos los datos de los lugares con un mayor interés histórico o turístico. Una vez que se tengan todos los inmuebles censados, la Diputación establecerá aquellos que considera más interesantes y sobre ellos se realizará un trabajo más específico.
Los arquitectos dejan claro que ellos no tienen competencias en materia de protección, sino que solo pretenden crear un elemento de divulgación y dar a conocer el rico patrimonio que encierra, a veces oculto, la provincia.
Para todos ellos, es un proyecto ilusionante y muy bonito. “Siempre nos quejamos porque no se hacen cosas para poner en valor el patrimonio provincial, muy bonito y muchas veces desconocido. Si este trabajo se hubiese quedado en la realización de unas fichas al uso para documentar el estado de algunos inmuebles de referencia, sólo habría servido para acabar guardado en un cajón y que quedase desactualizado en un breve plazo de tiempo. Sin embargo, la creación de esta plataforma puede establecer las bases para dotar a la provincia de una herramienta con proyección de futuro y en continua actualización.”, asegura Vignolo. Quedan varios años para que este inventario esté casi acabado, porque nunca lo estará del todo, pero el patrimonio de la provincia ya está a salvo y visible para todos.
“Lo primero que hay que hacer para proteger el patrimonio es documentarlo”La Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) es pionera en este tipo de registros y está sirviendo de base, junto con la de Aragón, a los arquitectos conquenses.
La Guía, que comenzó siendo de uso interno hace 28 años y se abrió a Internet en el 2000, difunde la información de todos aquellos bienes muebles, inmuebles, actividades etnológicas o paisajes que tienen valores culturales, independientemente de si dichos valores son o no suficientes para proceder a su protección administrativa.
Recibe en la actualidad alrededor de un millón de entradas anuales por parte de algo más de 300.000 usuarios únicos de 70 países de los cinco continentes. Además, está enlazada por más de 5.000 dominios externos a la Junta de Andalucía. Está recomendada como fuente de información en programas y guías de recursos para la docencia e investigación en diversas Universidades de ámbito autonómico y nacional, se utiliza como información de referencia en publicaciones científicas, planes urbanísticos y territoriales o evaluaciones de impacto ambiental. La jefa del Centro de Documentación y Estudios del IAPH, Silvia Fernández, considera que este tipo de inventarios son fundamentales para cualquier región. “Son el primer instrumento de cualquier acción sobre el patrimonio. Para protegerlo, restaurarlo, difundirlo o investigarlo, lo primero que hay que hacer es documentarlo, es decir, conocer al menos su localización, características, historia, estado de conservación, uso actual, afecciones y cualquier otro dato que pueda ser necesario en cada caso.
Además, y no menos importante, se constituyen en el archivo de nuestra memoria. Hoy tenemos las herramientas para confeccionarlo, para disfrutar de nuestro patrimonio y legar ese conocimiento a las generaciones futuras. Es nuestra responsabilidad”, afirma.
Y es que, insiste, lo que no se aprecia no se conoce y convivimos con multitud de elementos que forman parte de nuestro patrimonio cultural sin saberlo.
Fermández, que participó en la jornada de presentación del sistema de catalogación de Cuenca, opina que es un trabajo que tenía que emprenderse y es “loable” que lo inicie un colectivo profesional como el de los profesionales de la Arquitectura.
“He conocido a un equipo muy motivado realizando una actividad que abordan casi altruistamente y que, desde luego, les va a llevar un tiempo y esfuerzo que seguro van a robar a actividades mucho más rentables en términos económicos”, dice.
La principal recomendación que les da al equipo es que tengan paciencia. “Inician una actividad que no siempre es reconocida a corto plazo. Les queda mucho trabajo por delante, pero están poniendo los cimientos de un edificio del que se sentirán muy orgullos en el futuro”.