El Gobierno regional ha incorporado a 3.131 personas al Sistema de la Dependencia en Cuenca

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incorporado al Sistema de la Dependencia a 3.131 conquenses desde el inicio de la legislatura, según ha indicado hoy la directora provincial de Bienestar Social, Amelia López.

Según los datos que facilita el IMSERSO, actualmente en la provincia de Cuenca hay 9.165 beneficiarios frente a los 6.034 que había en julio de 2015, lo que supone un incremento de casi el 52%.

Asimismo, el número prestaciones se ha incrementado cerca de un 23%, pues se ha pasado de 10.008 prestaciones a 12.293. En este sentido, destaca el aumento que han experimentado, por ejemplo, las prestaciones de Teleasistencia, que han aumentado un 118%, las prestaciones vinculadas al servicio, un 70%; las de centro de día, un 59%, o las de ayuda a domicilio, un 49%.

La directora provincial de Bienestar Social ha incidido también en el descenso en la denominada lista de espera de la Dependencia, tanto del número de solicitudes pendientes de valorar, que baja en más de un 57% desde julio de 2015; como del número de expedientes pendientes de un Plan Individualizado de Atención (PIA), donde el descenso ha sido de casi un 89%. Esto supone que más de 3.500 personas dependencias de la provincia de Cuenca han abandonado la listas de espera.

Para López, todos estos datos ponen de manifiesto que el Plan de Mejora del Sistema de Dependencia que el Gobierno de Emiliano García-Page puso en marcha en 2015 “está dando resultado y ha permitido reactivar un sistema que sirve para dar respuesta a las personas mayores, discapacitados, etc., que más necesitan estos apoyos y a sus familias”.

Algo que también se ha puesto de manifiesto en el XVIII Dictamen del Observatorio de la Dependencia, donde Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con la segunda mejor puntuación en cuento a aplicación de la Ley de Dependencia, un 8,2 sobre 10, mientras que en junio de 2015 era de 4,6.

Ha incidido además en que, gracias a este trabajo, las personas mayores pueden seguir viviendo en su entorno familiar y en sus municipios, haciendo uso de unos servicios que, a su vez, han permitido la generación de cientos de puestos de trabajo, la mayoría ocupados por mujeres.