El impulso de la gastronomía como herramienta de fomento, promoción y dinamización del turismo es una de las bazas importantes que tiene la provincia de Cuenca. El sector está en auge y el impacto que deja tanto en la capital como el la provincia empieza a perfilarse como un importante revulsivo. Así lo consideran algunos de los cocineros más relevantes de la provincia, como el chef con Estrella Michelin, Jesús Segura, del afamado Restaurante Trivio, quien destaca el compromiso, la profesionalización, la calidad y el avance de un sector que “está haciendo las cosas muy bien” para poner en valor todo el potencial de una provincia que, además, por su naturaleza, patrimonio, historia y oferta cultural “gana posiciones” en el turismo gastronómico a nivel nacional.
Reconoce que aún queda mucho por hacer pero también que se han dado pasos “muy importantes” para hacer de Cuenca y su provincia un referente en el turismo gastronómico.
El impulso que en este sentido se está dando desde la administración regional “se está dejando notar en estos últimos años, la gastronomía está en un buen momento y hay que aprovecharlo” añade Miguel Escutia, jefe de cocina del Restaurante Raff, ubicado también en Cuenca.“Tanto en la capital como en la provincia son cada vez más los sitios que están haciendo cosas muy interesantes en la cocina. Hay gente muy preparada y jóvenes que vienen pisando muy fuerte y se están preparando para lo que pueda llegar. Estamos en un punto muy bueno en la gastronomía conquense y creo que va a venir mejor”, señala. De hecho, destaca que él mismo ha optado por quedarse en Cuenca porque está convencido de que es un filón”.
PROMOCIÓN EN FITUR
La gastronomía como elemento diferenciador en la elección de destino turístico es precisamente, junto al enoturismo, las rutas del vino o el turismo astronómico, una de las apuestas fuertes de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional de Turismo que se celebra en Madrid hasta el martes, 25 de enero, una muestra que a pesar de las restricciones por la Covid cuenta con la presencia de casi 7.000 empresas y la participación de 107 países. Por tanto, un escaparate inmejorable para mostrar al mundo la riqueza de la provincia en todos sus ámbitos y dar un nuevo impulso a la promoción gastronómica, lo que marca una hoja de ruta para un año que, además, será muy importante para Cuenca con la reapertura del icónico restaurante de las Casas Colgadas que gestionará Segura.
“Es súper importante que espacios como FITUR, Culinaria o cualquier otro escaparate o acción comunicativa promocionen nuestra gastronomía puesto que son herramientas que permiten que la gente la conozca y se acerque a visitarnos”, apostilla el chef con Estrella Michelín.
Al final, dice, se trata de generar sinergias que redunden en el avance y la mejora económica de la provincia. El turismo gastronómico prestigia además la imagen de calidad del destino que elige este tipo de visitante, y eso, además de las ventajas económicas que conlleva, es un plus.
Segura señala que a título particular su experiencia en este sentido es muy positiva. “El impacto que tenemos en Cuenca es muy bueno. El turista que viene atraído por la oferta gastronómica no se limita a ir al restaurante, también pernocta, compra en tiendas y consume cultura, algo que en Cuenca es muy importante”.
Además destaca que se trata de un tipo de turismo que a nivel económico supone un porcentaje importante, y no solo por el poder adquisitivo, que también, sino porque “se trata de un turista que no mueven otros sectores, pero que llega a ellos atraído por la gastronomía. De ahí, que considere de especial relevancia la suma de esfuerzos “para potenciar nuestra cocina”.
Una cocina llena de matices diferentes “difícil de explicar”, dice Escutia por la amplia variedad de un recetario que recoge, pero también interpreta, la tradición de todas las comarcas que componen la provincia. “En la cocina no te puedes estancar. La técnica y la tecnología avanzan y es necesario no bajarse de ese carro. Afortunadamente cada vez se reconoce y se aprecia más nuestra cocina y en turismo, “es un valor seguro”.
En este sentido destaca la evolución que se ha experimentado en una cocina que sigue manteniendo los sabores tradicionales más puros pero “con un toque de modernidad para adaptarnos a los tiempos” . Técnica y producto se mantienen pero la innovación, dice, entra con fuerza”.
Algo con lo coincide Antonio Navarro, chef del Restaurante Essentia de Tarancón, desde donde destaca la importancia económica y de promoción que tiene el flujo de turismo gastronómico. “Hay mucha gente que se desplaza para disfrutar de la gastronomía y de paso conocer el territorio de la zona que visita. Yo mismo voy en estos momentos de camino a un restaurante de Zamora con especialidad en caza. Ese es el motivo de mi viaje, pero lógicamente aprovecharé para hacer turismo, al final todos ganamos”.
A su juicio en Castilla-La Mancha y, por supuesto en Cuenca, la riqueza de su despensa, el empuje de un sector que “está mimando” los detalles y la excelencia de la fusión de una cocina tradicional “enraizada con la tierra” con la innovación y la apertura a especialidades de alta calidad de otras zonas, como es en este caso su famosa chuleta finlandesa, galardonada por el certamen World Steak Challenge de 2018 como la mejor carne del mundo.
“Se trata de ir más allá y no quedarse solo en la cocina castellana tradicional, aprovechar todas las herramientas y llegar a todos los gustos, aunque lógicamente defendemos y promocionamos los platos típicos como el lomo de orza o nuestro famoso torrezno, entre otros y, por supuesto la calidad de los vinos conquenses”. Al final, dice, de lo que se trata es poder mantener una oferta que cubra las expectativas del turista gastronómico y reforzar el conocimiento de nuestra gastronomía. “En nuestro caso la primera visita suele ser para probar la carne de vaca finlandesa, el resto para probar otras cosas.
De ahí, que destaque la importancia de cuidar todos los detalles, desde la calidad, a la elaboración, presentación y el propio local. “Si lo cuidas, el visitante termina volviendo, pernocta y se queda en la zona, de eso es de lo que se trata. Si hay demanda, desde los productores agroalimetarios, el hospedaje y en general la provincia, tiene negocio, apostilla el chef del Restauraante Essentia de Tarancón, Antonio Navarro.
