La intensa tormenta de agua y granizo que cayó en la tarde de este lunes en la zona de Las Pedroñeras ha causado serios destrozos en el campo. Habrá que esperar una evaluación pormenorizada de daños pero lo que se ha podido constatar es que hay zonas en las que la granizada ha arrasado los cultivos con pérdidas del hasta el cien por cien.
Sobre la 19: 40 horas de este lunes, la tormenta sorprendía a los vecinos de Las Pedroñeras con un intenso aguacero, viento y una gran granizada que descargó con fuerza, aunque con intensidad desigual en los distintas puntos del término municipal.
Así, mientras en algunas zonas apenas se perciben daños, en parajes como El Robledillo, El Taray, San Isidro, Casa del Cristo o Navaltocón, entre otros, la intensidad del pedrisco “arrasó totalmente las cosechas”, señala el presidente de la cooperativa de ajos COOPAMAN, Julio Bacete.
Ajos, viñas, cereal, cebollas, guisantes…. todos los cultivos, en mayor o menor medida se han visto afectados por la tromba de agua y granizo que cayó durante unos15-20 minutos, dependiendo de la zona.
Durante este espacio de tiempo cayeron entre 15 y 20 metros cúbicos de agua, una cantidad asumible en la mayoría de cultivos, aunque hay zonas encharcadas que preocupan, los mayores problemas los ha causado la piedra.
“Fue casi una tormenta de granizo en seco, con mucha intensidad en algunas zonas. Tendremos que esperar a poder realizar una evaluación más exhaustiva para conocer los daños”, apostilla Bacete, quien destaca que la tormenta afectó a localidades de otras provincias en las que los productores conquenses tienen explotaciones de ajos, como Osa de Montiel, Socuéllamos o Villarrobledo, entre otras.
El ajo temprano ya se ha recogido y las tareas de corte están prácticamente terminadas, pero el morado está al final del proceso productivo, un momento de especial sensibilidad. El impacto de la piedra ha roto las hojas “casi a punto de terminar su crecimiento, cuando más daño hace”, apostilla Bacete
Igualmente la viña se encuentra en un momento fenológico delicado. Con todo habrá que esperar la evolución de los daños para conocer tanto la extensión afectada como el alcance que han tenido los mismos.