El mundo se ha paralizado por la COVID-19. España ha cerrado sus fronteras aunque la medida no afecta al transporte de mercancías. De esta manera, el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha continúa, en general, con las exportaciones en el caso de las operaciones que ya estaban cerradas antes de la emergencia sanitaria aunque se han frenado de golpe los nuevos negocios.
“Las cooperativas están trabajando con cierta normalidad dentro de esta situación de excepcionalidad que estamos viviendo y siguen desarrollando su actividad para que los mercados sigan abastecidos”, detalla el director de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, aunque reconoce que “hay incertidumbre” y han ido surgiendo muchas dudas por el camino.
Dentro del sector agroalimentario, el sector del ajo es el que mejor posicionado está en el mercado exterior. “Desde que empezó el año ha tenido un repunte de actividad y de precios. La guerra comercial entre EEUU y China con los aranceles ayudó bastante porque el ajo chino es el principal competidor y dejó de salir al mercado exterior”, indica, añadiendo que a eso hay que sumar que el gigante asiático cerró fronteras después debido a la COVID-19
“Esto ha situado al ajo español como una de las referencias en los mercados. La situación es estable y los precios son razonables”, afirma Del Real.
En el caso del vino, los contratos de exportación que estaban firmados con anterioridad se están respetando y los clientes “están retirando con normalidad el producto”. “Imaginamos que intentando no quedarse desabastecidos ante el devenir en las próximas semanas de las fronteras y la circulación”, señala Del Real.
“Aunque ha habido un bajón importante en la formalización de nuevas operaciones. En este clima de incertidumbre, los compradores, sobre todo de la Unión Europea pero también de países terceros, cumplen lo firmado pero no hacen nuevos contratos”, asegura.
En cuanto al mercado nacional, Del Real explica que los embotellados continúan funcionando con normalidad. “Las cadenas de alimentación siguen demandando vino para tener sus estanterías con producto suficiente”, indica, aunque reconoce que se ha notado un bajón importante en aquellos que trabajaban con el sector de la hostelería porque han cerrado todos los establecimientos.
“Los aranceles al aceite español siguen estando ahí, no ha habido cambios"Respecto al mercado del aceite, ha sucedido igual que con el del vino. “Los contratos de atrás se van cumpliendo aunque no hay nuevas operaciones”, detalla.
En cuanto al mercado nacional, ha habido un repunte de la demanda en el caso del envasado, debido al tirón de los supermercados para mantener stockaje suficiente. “Las primeras semanas hubo bastante histeria al comprar. Es un producto de primera necesidad y las grandes cadenas tenían miedo de quedarse desabastecidas”, apunta.
Del Real matiza que el envasado no representa mucho en relación con el granel, que es un mercado lento y con precios bajos. “Los aranceles al aceite español siguen estando ahí, no ha habido cambios. El producto no remonta como se esperaba”, indica, en relación con las exportaciones.
En cuanto al sector de los hongos comestibles, en la zona de La Manchuela conquense y albaceteña, prácticamente toda la producción va al mercado nacional porque es un producto muy perecedero y casi no se exporta.
Y en el mercado nacional, “ha habido una bajada de la demanda importante”. “El champiñón se mantiene pero las setas y exóticas han disminuido bastante porque quizás el consumidor no lo considera como producto esencial”, reflexiona.
Además, en la red de establecimientos hosteleros había un consumo “muy potente que se ha venido abajo”. “La gran distribución sigue tirando pero ha bajado el volumen de consumo de hongos comestibles. Están pasando una época más difícil”, asegura.
No obstante, precisa que las cooperativas más potentes del sector tienen conserveras y están aprovechando para llevar parte de este producto a la conserva.
MENOR DEMANDA DE CEBADA DE MALTERÍA
En cuanto a los cereales, “las retiradas de producto son normales” aunque precisa que la demanda de cebada de maltería ha bajado debido al descenso en el consumo de cerveza en términos generales por el cierre de los bares.
“Esperemos que sea una situación coyuntural y vuelva la demanda de algunas familias del cereal que se han visto más afectadas”, confía.
Para Del Real, esta situación está sirviendo para visualizar la importancia del sector agroalimentario. “A veces se nos critica, se dice que contaminamos. Somos una actividad denostada pero se está demostrando que es uno de los pilares fundamentales de nuestra estructura económica y social y estamos siendo capaces de abastecer de productos a la sociedad”, señala.
“Esta situación, que esperemos que pase cuanto antes, sirve para reforzar la importancia que tiene la industria agroalimentaria en estos momentos. Aunque nos gustaría que no tuviera que visualizarse por estas cosas”, concluye.
