Valderde de Júcar lo tiene todo listo para celebrar a lo grande las fiestas de Moros y Cristianos en honor al Santo Niño. El calendario no da tregua, y el mismo día que los Magos de Oriente llegan para despedir la Navidad este municipio abre unas fiestas que, con quinientos años de tradición, están declaradas de Interés Turístico Regional.
La fe en el Santo Niño y los cientos de kilos de pólvora que del 5 al 10 de enero se queman en salvas al Patrón marcan el incio del nuevo año en Valverde del Júcar que, como siempre, espera que miles de personas se den cita en estas particulares fiestas, las de mayor rigor histórico de España, en las que se recrea el último capítulo de la Reconquista.
Así lo señala el alcalde de la localidad, Álvaro Cárcamo, quien destaca que, a pesar de que este año el Día Grande (el 8 de enero) es lunes, “estas son unas fiestas muy llamativas que gustan mucho y siempre viene mucha gente”.
De momento, lo que sí se sabe es que la participación en las filas de moros y cristianos será alta. La nueva legislación sobre uso de armas y explosivos, que tantos problemas ha causado en los últimos años, contempla este tipo de festejos con armas de avancarga y permite el acopio y depósito de pólvora durante 72 horas.
Además, Cárcamo explica “que hemos conseguido que nos dejen recoger dos kilos por persona y día (estaba limitado a 1) y nos van a dejar tener porteadores, lo que supone que no tenemos que hacer tantos repartos”. Con la anterior normativa el reparto era diario, ahora podrán hacerse solo dos, lo que supone una importante reducción del gasto en portes.
Asimismo, el primer edil destaca la importancia de la figura del porteador, puesto que además de poder recoger la pólvora de los que no puedan hacerlo por distintos motivos, también la podrá repartir entre las filas. “Nos han facilitado que cualquier persona con permiso de armas pueda recoger pólvora, y eso junto al abaratamiento de costes facilita la participación”. Eso sí, para los que tengan menos de dos años de experiencia en el uso de armas, la normativa exige la realización de un curso que en Valverde ya se ha hecho.
Contar con una normativa específica para los festejos con armas de avancarga supone un importante avance, a partir de ahí dice Álvaro Cárcamo "todo es mejorable y se puede revisar, pero al menos ya empezamos a trabajar con algo específico para nosotros”.
Este año son más 600 los kilos de pólvora que ya se han pedido, una cantidad superior a la del año pasado “que está muy bien, porque nos indica que habrá mucha participación, señala el alcalde, quien lanza una invitación pública para que se conozca de cerca esta singular fiesta en la que sorprende la sonoridad de tambores y timbales de guerra, el estruendo de la trabuquería, el olor a pólvora, la pasión de los Generales de Dichos en su batalla dialéctica, y la emoción del pueblo.
