Menos que vuele y navegue, hacemos de todo. Esta filosofía le ha abierto muchas puertas en toda España y en parte del extranjero y, sin duda, le ha servido como receta de éxito para hacerse un hueco importante dentro del mercado del interiorismo y la decoración.
Y es que la empresa conquense Mariana Artesana ha logrado entrar en los hogares de muchos famosos, en restaurantes de destacado prestigio e, incluso, en la aristocracia y alguna Casa Real. No en vano, entre sus clientes, se encuentran desde futbolistas de élite, como Modric, Kroos, Griezmann o Fernando Torres, y toreros de primera línea, como Enrique Ponce o El Litri, hasta restaurantes de prestigio, como los madrileños Zalacaín (Grupo Urrechu) y Casa Juan o el conquense Trivio, pasando por aristócratas, como la baronesa Thyssen, o, incluso reyes, como el monarca de Marruecos Mohamed VI.
Para su gerente, Eduardo Famesinte (Cuenca, 1971), el secreto del éxito de esta pequeña empresa reside en que “no solo elaboramos el proyecto de interiorismo y decoración, sino que, además, diseñamos y fabricamos el mobiliario; es decir, ofrecemos soluciones integrales, sin intermediarios, desde el principio hasta el final”.
Una cuestión que, a su juicio, les diferencia de la competencia y, eso, según recalca, que cuenta con una plantilla de apenas doce trabajadores, distribuidos en dos centros de trabajo, uno en Mariana dedicado a la carpintería metálica y el tapizado, y otro en Priego, centrado en el pintado de muebles y en la manipulación del ratán y el mimbre.
Pero, en su opinión, éste no es su único valor añadido, porque no hay que olvidar que mantienen un constante contacto con el cliente a lo largo de todo el proceso, desde el diseño hasta la fabricación final, de tal manera que se convierte en un actor más, aportando sus sugerencias en todo momento, lo que, sin duda, garantiza en gran medida su satisfacción de cara al resultado final.
Esta combinación está permitiendo a Mariana Artesana diferenciarse dentro de su sector. Algo que, en palabras de su gerente, no deja de ser el resultado de mucho trabajo, dedicación y, sobre todo, capacidad de adaptación a la evolución del mercado.
Y es que detrás de esta empresa conquense hay más de medio siglo de andadura. Una empresa familiar que nacía en la década de los 60 dedicada exclusivamente a la comercialización del mimbre, se transformaría años después a la manipulación y venta de productos de mimbre y, posteriormente, fue incorporando nuevos materiales en sus artículos, como el ratán, la tapicería y la carpintería metálica hasta llegar al actual concepto empresarial.
Una capacidad de resiliencia que, a todas luces, fue crucial para superar el punto de inflexión que supuso la crisis de la burbuja inmobiliaria, entre 2008 y 2015, que le obligó a redimensionarse, pasando de más de un centenar de empleados a poco más de una docena, y a reinventarse, apostando por abarcar la totalidad del proceso, desde el diseño hasta la fabricación.
No es de extrañar que Famesinte, que lleva dedicado a esta empresa de su familia más de veinte años, vea el presente con cierto optimismo, aunque, como dice, con los pies en la tierra y siempre teniendo en cuenta el mercado y la demanda.
De hecho, desde hace unos años, junto a sus variadas propuestas de mobiliario y decoración, están apostando por los espacios modulares como una solución integral a muchas situaciones. Adaptan estructuras metálicas, como por ejemplo contenedores marítimos, a distintos usos, ya sean viviendas, terrazas, aulas y un largo etcétera.
Una propuesta que, tal y como subraya su gerente, está teniendo una excelente aceptación en el mercado y, de hecho, en breve desarrollarán un complejo hotelero mediante estas estructuras metálicas y un proyecto de macroterraza de varias alturas para el Grupo Urrechu en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
PROYECTOS ACTUALES
En la actualidad, Mariana Artesana está centrada en el proyecto de decoración y mobiliario del restaurante Casas Colgadas y Casa de la Sirena. Un encargo “muy especial”, en palabras de su gerente, al que ha dado respuesta con “un mobiliario eficiente y eficaz, primando la estética y, sobre todo, un diseño único y extraordinario”.
Se trata de un mobiliario, tal y como detalla, de extrema calidad en sus materiales, con terciopelos sintéticos, acero y madera, y, sobre todo, “con mucho mucho diseño”.
No en vano, todo el mobiliario está hecho a medida, no hay nada estándar, y en su diseño se rinde homenaje a personajes como, por ejemplo, el artista conquense Gustavo Torner, con una mesa para el Comedor del Rey, o el diseñador Mario Botta, con unas sillas inspiradas en su obra ‘Silla seconda’ para la Sala Blanca de la Casa de la Sirena.
Cada una de las sillas de estos dos magníficos espacios gastronómicos tiene una sentada distinta para adaptarse a las características particulares de las mesas de cada una de las salas. Algo que ha obligado a esta empresa a echar el resto para lograr sillas “cómodas, bonitas y adaptadas a su entorno”.
Un proyecto que se suma a otros en la capital, como en los restaurantes Trivio y Piola, la cafetería Mi Casa o el más reciente en las nuevas oficinas de Limptraman, del que Famesinte se siente “especialmente orgulloso”.
