En la actualidad son un eje de la economía, circulan por nuestras carreteras miles de kilómetros transportando mercancía a distintos puntos de la geografía nacional de día y de noche, pero los trabajadores que pertenecen al gremio de los transportistas de mercancía por carretera no son suficientes para cubrir la demanda hoy en día.
Los motivos que han llevado a esta situación, pueden ser varios, pero la conclusión es clara, no es un sector atractivo para los más jóvenes porque falta relevo generacional.
La media actual de los conductores es de unos 54 años, cuando deberían tener un promedio de edad de 40, lo que es “una barbaridad”, tal y como apunta Juan González Gómez, presidente de la Asociación Provincial de Transporte de Mercancías por Carretera (ACUTRANS).
Como consecuencia, el responsable del Sector de Carretera y Logística de CCOO-FSC Cuenca, Ángel Luis Castellano Bobillo, avanza que se tiene prevista una huelga en el mes de octubre para solicitar al gobierno nacional la reducción de coeficientes para facilitar la jubilación anticipada.
Según datos de la Organización Internacional para el Transporte por Carretera (IRU), tan solo el 5% de los conductores son menores de 25 años.
González lamenta esta situación “negativa” y anticipa que, si se extiende en un futuro sin corregirse, traerá varios problemas. “Se va a echar a la gente, habría camiones parados y se encarecería la demanda de los servicios de transportes porque la gente pagaría más dinero a la hora de transportar, lo que incidiría en los costes y en los precios”, augura el presidente de Acutrans.
Una problemática que se extiende a nivel nacional y en la que Cuenca no es una excepción. Por ello, el presidente de la patronal de transportes conquense calcula que faltarían unos 20.000 transportistas para cubrir la demanda actual en toda España.
González resalta que hay que tener en cuenta que más del 90% de la mercancía de todo el país se mueve por carretera, por lo que incide en la gravedad de esta situación.
La falta de conciliación familiar o pasar varias horas subido a un camión fuera de tu casa son algunos de los motivos que trabajadores del sector apuntan a este periódico para trasladar que es poco atractivo para las nuevas generaciones.
La falta de transportistas en la provincia ha llevado a buscar mano de obra en el extranjero, a pesar de que se trata de un trabajo bien remunerado
En la provincia de Cuenca recientemente se aprobaba el convenio colectivo, que recoge una subida del 11% del sector que afecta a más de 200 empresas y dan trabajo a más de 3.000 empleados. Para el presidente de Acutrans esta medida supone una “estabilidad” al estar conforme con la legalidad vigente.
Castellano explica que este incremento se traduce en que, en algunos casos, los trabajadores estén cobrando por “encima” del convenio de otras provincias en lo que se traduce una diferencia salarial de más de 300 euros con respecto a otros trabajadores que no se rigen por el marco de Cuenca y que se aplica a los nuevos, ya que es donde está el problema.
Una condición ventajosa que no se ve reflejada en la incorporación de personal más joven al sector que acaba decidiéndose por otras salidas laborales. “Te tiene que gustar mucho, pero también se quiere ver recompensado desde el punto de vista económico”, comenta el responsable del Sector de Carretera y Logística de CCOO-FSC Cuenca.
Si bien la patronal considera que tampoco se ha tratado de hacerlo llamativo desde las instituciones.
El panorama que se plantea es tan negativo dentro del gremio que incluso existen empresas en el que algunas rutas se están llevando a cabo soportando pérdidas económicas.
Las alternativas que contempla González para revertir esta situación pasan porque se implante una formación reglada como existe en sectores como la hostelería y al mismo tiempo obtener el certificado de aptitud profesional (CAP) que en la actualidad supone un gasto extra para los interesados por su elevado precio.
El objetivo sería que, cuando esa persona finalizase su educación, tuviera este permiso y un trabajo “asegurado” ya que las empresas están teniendo que buscar en países extranjeros la mano de obra que no encuentran en España. Algo que el presidente de Acutrans ve un “contrasentido”.