Otoño y hongos es un binomio que adquiere una importancia muy especial en nuestra provincia. Con la caída de la hoja, muchos son los conquenses que no dudan en echarse al monte en busca de esa exquisita seta o ese sabroso hongo, que lleva esperando todo el año. Pero este año el panorama no es nada halagüeño, al menos, por el momento. Y así lo pone de manifiesto el presidente de la Asociación Micológica Conquense, José Luis García Juan, quien advierte que la falta de lluvias de este verano está poniendo en jaque la temporada, ya que “el monte está muy seco y, por lo tanto, difícilmente van a salir hongos”.
El hecho de que no haya llovido a lo largo del mes de agosto es, en opinión de muchos aficionados, una mala noticia para la temporada micológica, si bien, tal y como recalca García Juan, las tormentas caídas a mediados del pasado mes de septiembre abren un hilo de esperanza para que la campaña no esté perdida de manera irremediable.
Y es que, a su juicio, aún es pronto para tirar la toalla y si la lluvia regresara y dejara precipitaciones a lo largo de la primera quincena del presente mes de octubre, como ya ha comenzado a ocurrir este viernes con la llegada de la borrasca Alex, las cosas podrían cambiar, y mucho, siendo posible que se pudieran coger hongos a finales de este mismo mes. Eso sí, deja claro que no todo está en las lluvias, sino que también es muy importante que en estas fechas no se produzcan las tan temidas heladas nocturnas, que pueden dar al traste con cualquier atisbo de esperanza.
Por lo tanto, para el presidente de la Asociación Micológica Conquense si se dan ambos condicionantes, lo que hoy son malas perspectivas se pueden convertir en buenos augurios de un otoño micológico, si no bueno o excelente, al menos, aceptable.
García Juan prefiere ser optimista y pensar que esas lluvias y ausencia de heladas nocturnas se darán finalmente y los aficionados volverán a disfrutar de una temporada de setas. De hecho, recalca que en los últimos años el otoño se está alargando bastante. Desconoce si por el cambio climático o qué, pero el caso es que con ese escenario ve factible, incluso, que “si lloviera a finales de octubre, se podría llegar a coger hongos y setas hasta finales de noviembre o más adelante”.
La verdad, según reconoce, es que la incertidumbre es total, sobre todo porque “el otro día me di una vuelta por el monte y, aunque no salí ex profeso en busca de hongos, sí pude comprobar que está todo muy seco, lo que no me gustó”. Una pena, en su opinión, si todo finalmente sigue igual, porque para él “Cuenca es un paraíso micológico” en el que se puede encontrar una gran cantidad de especies, incluso, algunas muy raras, como por ejemplo la gomphus crassipes o alguna variedad de mycena,
EFECTOS DE LA COVID-19
La pandemia de la Covid también está marcando el ritmo en el mundo micológico. Aunque aún no se pueda hablar de la temporada de otoño, la crisis sanitaria ha hecho de las suyas impidiendo la campaña micológica de primavera y, por supuesto, imposibilitando la celebración de actividades en este sentido, como jornadas y otros eventos.
Situación que, en palabras de García Juan, persiste en la actualidad, por lo que, en caso de que finalmente se pueda disfrutar de un otoño micológico, habrá que realizar salidas al monte en grupos de no más de seis personas, guardando la distancia de seguridad y llevando mascarilla, además de seguir sin celebrar jornadas y exposiciones micológicas que lleven consigo la aglomeración de personas en lugares cerrados.
Por lo tanto, ahora tan solo queda esperar, ver qué ocurre y confiar en que se den las condiciones ideales para poder disfrutar de un otoño micológico en Cuenca.
RECOMENDACIONES
A la espera de que la situación cambie con la llegada de la borrasca Alex y los aficionados puedan salir este año al monte en busca de setas y hongos, desde la Asociación Micológica Conquense se quiere insistir en una serie de consejos y recomendaciones a la hora de practicar esta afición, que tienen como base y denominador común el respeto al entorno natural. Es por ello que el presidente de la Asociación Micológica Conquense recalca la importancia de no realizar recolecciones abusivas, al tiempo que recuerda que la normativa regional establece un máximo de cinco kilos por persona y día, fijando sanciones en caso de incumplimiento. Una cantidad, en su opinión, más que suficiente, aunque tenga presente el aspecto económico que supone la recolección de hongos y setas para algunas familias, inclinándose en este tipo de casos por la regulación de la actividad.
A lo ya repetido en innumerables ocasiones de utilizar una cesta en la recolección, aunque sea simplemente por estética, hay que sumar la necesidad de ser extremadamente cuidadoso en el monte, no pisando a diestro y siniestro, no ensuciando y no molestando a la fauna con gritos, etc. Y es que, desde su punto de vista, hay que tomar esta actividad “como si estuvieras en el salón de tu casa”; es decir, con respeto y civismo.
Aconseja, igualmente, “comerse solo lo que se conoce y, sino, consultar a un experto, asociación micológica, etc. con el fin de asegurarse de que no se trata de una especie venenosa”. Y es que, tal y como recuerda, se dan casos de personas que se han comido ciertas setas “simplemente porque tenía buena pinta”. Ante todo, mucho cuidado, insiste.