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La falta de lluvias y el calor complican la campaña de setas

La Sociedad Micológica de Cuenca prevé que la temporada será más bien escasa y bastante irregular según las zonas. En la Serranía Baja ya se están cogiendo hongos, sobre todo níscalos
14/10/2019 - Dolo Cambronero

Con la llegada de cada otoño, los aficionados a la recolección de setas silvestres se frotan las manos. Pero este año, las previsiones no son muy halagüeñas. La falta de lluvias y el excesivo calor para estas fechas vaticinan una campaña escasa e irregular según las zonas en la provincia de Cuenca.

El presidente de la Sociedad Micológica de Cuenca, José Luis García, apunta que la aparición de setas se ha adelantado este otoño debido a las altas temperaturas pero está siendo “muy irregular y extraña”. Así, asegura que hay zonas de la provincia en las que “no hay nada”, especialmente en la Serranía Alta, en municipios como Tragacete y Masegosa, y en las zonas colindantes a la capital conquense.

Por el contrario, en zonas de la Serranía Baja en las que hubo tormentas en verano, en sitios como Cañete y Boniches, sí se están cogiendo, aunque casi solo níscalos. “La anomalía es que no están saliendo especies parientes”, asegura.

De todas formas, apunta que todavía es demasiado temprano para hacer valoraciones ya que otros años, no ha sido hasta la mitad de octubre cuando empiezan a aparecer las primeras setas en el monte.

Aunque todo depende de cómo evolucione la climatología en las próximas semanas, el presidente de la Sociedad Micológica de Cuenca, José Luis García, considera que “ya es casi imposible que la campaña sea buena”. “Aunque si llueve, podría ser que a mitad de noviembre haya setas”, considera.

Este experto reconoce que las lluvias de verano son fundamentales para que haya una buena temporada de setas pero matiza que también es importante que las temperaturas no sean altas.

“El calor excesivo está secando el campo para las setas y para todos los cultivos. Son cosas de la climatología. En los alrededores de Cuenca, están secos todos los pinares”, alerta, recordando que ya la campaña del año pasado fue también escasa tanto en el número de ejemplares recogidos como de especies.

Así, lamenta que las previsiones de la temporada no sean muy buenas porque la provincia tiene un “catálogo muy completo y abundante” de hongos. “Cuenca es un paraíso micológico”, asegura, detallando que en los montes conquenses se pueden encontrar desde boletus a amanitas, pasando por los níscalos, entre otras muchas especies.

La falta de lluvias y el calor complican la campaña de setas

CAMPAÑA TORCIDA

La misma opinión acerca de las poco optimistas previsiones de esta temporada de setas tiene Miguel Gimeno, de la firma Cesta y Setas, una agencia de tours ecológicos que está especializada en micología. Su sede está en Valencia pero cuentan con una delegación en el municipio conquense de Vega del Codorno.

El experto apunta que la campaña “se presentaba bien” pero la falta de lluvias en las últimas semanas ha provocado que “se esté viniendo abajo”. “Hace mucho calor estos días y las setas no evolucionan”, lamenta. No obstante, dice que en la Serranía Baja sí se están encontrando algunos níscalos, boletus y llanegas.

La firma organiza salidas guiadas al monte para la recolección. De hecho, este pasado fin de semana han estado por la zona de Bronchales. “Pero se cogió poco”, reconoce. “Tenemos previstas más salidas pero el tiempo dirá. Si vienen lluvias, igual se salva la temporada”, apunta.

LLAMAMIENTO AL CIVISMO

El presidente de la Sociedad Micológica de Cuenca espera que la gente sea cívica y se comporte “con sentido común en el campo, como si estuviera en el salón de su casa”, al tiempo que hace un llamamiento a la moderación a la hora de recoger hongos, dejando atrás la “fiebre recolectora” de setas que se ha vivido en algunas épocas.

García recuerda que la normativa regional prohíbe recoger más de cinco kilos de setas por persona y día. “Es una cantidad muy generosa”, subraya este experto, que entiende que el aspecto económico es importante para algunas familias pero considera que esto debe regularse para poner orden en este sentido.

El presidente de la Sociedad Micológica de Cuenca confía en que se frenen las recolecciones abusivas si no ya por educación de la sociedad, que sería lo deseable, al menos por temor a las multas que pueden caer.

Y también hay que ser cuidadoso a la hora de recoger los hongos: se deben cortar para conservar el micelio y propiciar que este siga dando más frutos, es decir, setas, posteriormente. Sin embargo, en el caso de los boletus, es mejor arrancar.

Lo ideal para portar lo recolectado son recipientes del tipo de las cestas de mimbre que permiten la dispersión de esporas mientras se continúa caminando por el monte, con el fin de fomentar que salgan más setas en un futuro. En todo caso, hay que evitar los cubos y bolsas de plástico, que están prohibidos.

“Todavía se ven setas pisadas y destrozos en el monte”, critica. “Los hongos forman parte del ecosistema”, recuerda, confiando en que cada vez la sociedad esté más concienciada.

MÁXIMA PRECAUCIÓN

Pero ¿cuáles son las setas aptas para el consumo? El presidente de este colectivo dice que no hay reglas. “Solo hay que coger las que se reconozcan. Ante la más mínima duda, no se deben comer”, advierte, al tiempo que recomienda llevarlas a expertos para que las identifiquen. “Las más peligrosas son bastante buenas”, alerta García.

Por ello, hace un llamamiento a los recolectores a la prudencia y a tener la “máxima precaución” porque, a pesar de las advertencias, “todos los años hay algún percance” y se registran intoxicaciones. “Hay que tener una seguridad plena de las setas que se comen”, añade.

Tampoco se recomienda ir solo por el monte porque uno puede desorientarse y también se corre el riesgo de no poder ser socorrido si surge cualquier problema de salud. De hecho, este miércoles 9 de octubre apareció el cuerpo de un hombre de 86 años que había desaparecido un día antes cuando salió a buscar setas en el término municipal de Aliaguilla. El cuerpo fue encontrado en un camino sin signos de violencia.

Extremar las precauciones es la máxima para que la esperada temporada de recolección de setas transcurra sin sustos.

La falta de lluvias y el calor complican la campaña de setas