PSOE Cuenca
Exigen al PP regional que "controle" a sus alcaldes para que no fomenten fiestas que propaguen el virus
El PSOE de Cuenca ha exigido al PP de Castilla-La Mancha que controle a sus alcaldes para que no fomenten fiestas que propaguen el virus ni asistan a ellas.
Así lo han indicado los socialistas tras hacerse públicas las imágenes de una fiesta en la localidad de Honrubia o tener conocimiento de lo sucedido con la alcaldesa de Fuente de Pedro Naharro y diputada provincial, Elena Clemente, quien fue encontrada por la Guardia Civil junto a un grupo numeroso de gente en un bar de su localidad a horas que no permite el decreto de medidas sanitarias.
En este sentido, han pedido al presidente del partido popular en la región que reclame a Prieto que conciencie a sus alcaldes de la necesidad de luchar contra el virus y no fomentar su propagación en fiestas como por ejemplo en las que participó el alcalde de Valdeolivas quien alardea en su propia página de Facebook de la celebración.
Y es que, tal y como han indicado desde el PSOE de Cuenca, si estos sucesos no tuvieran lugar la Guardia Civil podría estar trabajando en vigilar y controlar que se cumplen dichas medidas.
Los socialistas conquenses han reclamado a Prieto que no engañe a los conquenses pues las vacantes que hay sin cubrir en la región en el cuerpo de la Guardia Civil no superan el 20 por ciento y no el 40 como dijo el parlamentario popular.
Además, han subrayado que gracias a la movilidad que ha puesto en marcha el Ministerio del Interior van a ser más efectivos del cuerpo los que vengan a la provincia que los que se marchen.
Desde el PSOE de Cuenca han recordado a los dirigentes populares que tuvieron en su mano actuar en este aspecto cuando el ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ahora imputado en la operación Kitchen, visitaba con asiduidad la comarca de Tarancón o cuando el número dos de dicho ministerio, Francisco Martínez, vino a Cuenca a prometer una comisaria que nunca llegó en la etapa de Rajoy.
Para finalizar han indicado que los populares solo se acordaron de Cuenca cuando mandaron al falso cura, Enrique Olivares, a la casa de Barcenas para recuperar los pendrives