Los efectos de la crisis sanitaria de la Covid-19 se ha hecho notar en la gran mayoría de los sectores y el de la vivienda no iba a ser una excepción. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), que acaba de publicar esta semana la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP) correspondiente al mes de diciembre y, en consecuencia, a la totalidad del ejercicio 2020, así lo avalan. La compraventa de viviendas inscritas en el Registro de la Propiedad en la provincia de Cuenca durante el pasado ejercicio ha descendido un 11,3% con respecto al año anterior. Y es que mientras que en 2019 se registraron un total de 1.509 compraventas de viviendas, en 2020 se han elevado a 1.337; es decir, en esta ocasión, se han producido 172 menos.
En esta evolución a la baja, la pandemia ha tenido mucho que ver y, en especial, la declaración del estado de alarma, cuando el número de compraventas experimentó el mayor descenso de todo el año. De marzo a junio, se inscribieron en el Registro de la Propiedad 247 operaciones de compraventa, mientras que en ese mismo periodo, pero de 2019, se contabilizaron casi el doble; en concreto, 474, por lo que se han reducido en un 47,9 por ciento.
El ejercicio 2020 se despidió, sin embargo, con un mes de diciembre no muy diferente al de 2019. De hecho, la compraventa de viviendas inscritas solo descendió un 1,6%, ascendiendo a un total de 126, tan solo 2 menos que doce meses atrás. No obstante, la evolución mensual deja un gráfico muy claro, en el que destaca un descenso brusco de la compraventa de viviendas de febrero a abril, que caen de 178 a tan solo 22, y a partir de ahí inicia una recuperación constante que alcanza su cenit en septiembre cuando llega a las 153, si bien en la recta final del año baja el ritmo paulatinamente hasta cerrar en las 126 compraventas de diciembre.
Solo de marzo a junio, se inscribieron en el Registro de la Propiedad 247 operaciones de compraventa, mientras que en ese mismo periodo, pero de 2019, se contabilizaron casi el doble; en concreto, 474, por lo que se han reducido en un 47,9 por ciento.A pesar del descenso experimentado durante 2020, la inscripción de compraventas de viviendas viene experimentando un ligero crecimiento año tras año, que en el último lustro se ha estimado en un 23,3%, puesto que mientras que en 2016, cuando comenzaba la recuperación económica tras la crisis de 2008 con la explosión de la burbuja inmobiliaria, el número total de compraventa de viviendas ascendió a las 1.025, en 2020 esta cifra se ha incrementado hasta los 1.337. Una tendencia al alza que se venía repitiendo anualmente, rompiéndose la tónica de manera testimonial en 2018, con 16 compraventas menos, y ahora en 2020, pero, esta vez por la crisis motivada por la pandemia de la Covid-19, que parece haber aletargado el ritmo de las operaciones.
VIVIENDA USADA
La gran mayoría de las viviendas transmitidas por compraventa en 2020 correspondieron a vivienda usada, en concreto, 1.258 de las 1.337 totales; es decir, el 94%, quedándose en algo testimonial la compraventa de vivienda nueva, con 79.
Pero éste no es un fenómeno aislado, todo lo contrario, puesto que se repite año tras año con ligeras variaciones, pero siempre predominando la usada sobre la nueva en una proporción de nueve a una. Sirva como ejemplos, tanto 2019, cuando se inscribieron en los Registros de la Propiedad la compraventa de 1.399 viviendas usadas (92,4%) y 110 nuevas, como 2018, cuando estas cifras se situaron en las 1.253 y 142, respectivamente.
Indicar, eso sí, que durante 2020 la compraventa de viviendas usadas cayó un 10 por ciento, con 141 menos que en 2019, mientras que la de nuevas se redujo en un 28,2, con una disminución de 31 con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
De la misma manera, el mayor volumen de la compraventa de viviendas en 2020 correspondió a viviendas libres, 1.262, mientras que la de protegidas ascendió a 75.
