Enguídanos regresa este fin de semana a sus orígenes con la celebración de una nueva edición de Keltiber: la fiesta la Celtiberia, que este año recupera todo su esplendor con la vuelta de las recreaciones históricas, los rituales y ofrendas al dios Lug para la prosperidad del poblado o las vistosas y emocionantes batallas de guerreros.
Además, después de las restricciones, esta diecisieteava edición llega con más actividades, más música, gastronomía y más oferta de artesanía y productos naturales y ecológicos en el mercado celtíbero instalado en la Plaza Mayor, pero sobre todo llega con muchas ganas.
El pueblo entero se ha volcado en esta fiesta que después de 17 años de celebración forma parte ya de la identidad enguidanense. Nació con la intención de dar a conocer y promocionar los orígenes históricos del pueblo y se ha convertido en una multitudinaria fiesta que ha puesto la historia y el legado cultural al servicio del desarrollo turístico de la localidad y la comarca.
La original puesta en escena de la historia y legado cultural de Enguídanos es un reclamo turístico que año tras año recibe más visitas, tanto de la comarca y provincia como de distintos puntos de la región y el país, especialmente de Valencia y Albacete, pero también de otros lugares como, por ejemplo, Madrid.
La previsión que baraja el Ayuntamiento, que junto a la Asociación para el Desarrollo Local de Enguídanos (ADELE) se encarga de organizar el evento, es que a lo largo de este fin de semana sean unas 3.000 personas las que pasen por Keltiber.
“La gente está esperando la fiesta y hay mucha demanda”, señala el alcalde de la localidad, Sergio de Fez, quien destaca que a pesar de que en esta ocasión se celebra durante un fin de semana en el que no hay puente Keltiber ha conseguido colgar el cartel de completo en los establecimientos hoteleros de la zona, “El Turismo en Enguídanos funciona muy bien y a pesar de que hemos pasado momentos difíciles con la pandemia no ha cerrado ningún establecimiento, al contrario se está tramitando la apertura de otros tres en estos momentos.
Enguídanos es un pueblo de 350 habitantes que en estos momentos contabiliza 180 plazas hoteleras, una proporción que dice mucho del tirón turístico que tiene este hermoso municipio ubicado en La Manchuela conquense. Keltiber pone fin a la temporada alta y en esta ocasión, “después de las buenas cifras que ha dejado el verano”, esperan que, si el tiempo acompaña, la celebración sea un éxito puesto que es un atractivo más que se suma a los numerosos recursos turísticos, especialmente de naturaleza, con los que cuenta.
La celebración de Keltiber, que marca el final de la temporada alta de turismo, ha colgado el cartel de completo en la ocupacion hoteleraEnguídanos cuenta con una amplia población flotante que en estas fechas regresa al pueblo, especialmente los jóvenes que además acuden a la cita acompañados de sus amigos, lo que hace que cada vez la proyección de esta fiesta sea más grande.
Los vecinos lo saben y se vuelcan cada año para que Enguídanos se convierta en el poblado celta que habitó el Cerro Cabeza Moya desde principios del siglo V hasta finales del III a. C., ya en época romana. Hace meses que comenzaron a trabajar en los talleres de elaboración de trajes y simbología celtíbera que lucirán este fin de semana con orgullo. La ambientación cada vez está más conseguida tanto en las recreaciones en las que participan más de un centenar de personas de todas las edades, como en el mercado y en el Mesón Celtíbero en el que se dan cita varios establecimientos de la localidad que cuidan todos los detalles; en los talleres y actividades de calle o sencillamente en las vestimentas de los vecinos y también, cada vez más, entre los visitantes.
Algo que para el alcalde es muy satisfactorio puesto que habla del arraigo de esta fiesta que ha logrado consolidarse como un evento de comarca, tanto en La Manchuela como en la Serranía Baja. De hecho, De Fez destaca la presencia en el mercadillo de empresas foráneas como por ejemplo una bodega artesana de Puebla del Salvador o una empresa trufera de Alcalá de la Vega.
Junto a la oferta celtíbera en el mercado y en el espacio gastronómico del mesón en el que podrán degustar los sabores más tradicionales, con menús celtíberos; las actividades para los niños; los talleres de temática celtíbera con materiales reciclados; los conciertos de música celta en la plaza o las visitas al Castillo Fortaleza del siglo X que corona la población, este año por primera vez se incluye la posibilidad de visitar el yacimiento del Cerro Cabeza Moya después de que con ayuda de la Diputación se haya adecuado y señalizado el acceso, además de habilitar un aparcamiento y, por supuesto, protegerlo para evitar cualquier daño o deterioro.
“Desde este fin de semana la gente puede visitar este recurso tan importante. Hasta ahora hemos celebrado la fiesta de Keltiber, que tiene como base el origen de Enguídanos en el Cerro Cabeza Moya pero el yacimiento no estaba disponible para ser visitado en buenas condiciones”, por lo poder acceder con seguridady conocerlo es una gran noticia.
Otra de las novedades de esta edición es la degustración gastronómica que ofrecerá la Asociación de Mujeres, que vendrá a enriquecer la oferta culinaria de Keltiber con la elaboración de uno de los platos más tradicionales: las migas, nombre que reciben en Enguídanos las populares gachas de harina de almortas.