El emprendimiento de la mujer, clave en la fijación de población en el medio rural

El medio rural está cambiando y las mujeres tienen mucho que ver en ello. Y es que en los últimos años se está experimentando una tendencia de la mujer a quedarse en el territorio y apostar por él como medio de vida, abandonando esa idea de salir de sus municipios hacia los grandes núcleos de población. Un fenómeno que para Julia Guijarro, técnica de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) en Cuenca, se ha visto potenciado con la pandemia de la Covid y que cobra especial relevancia, sobre todo, ante el continuo avance de la despoblación, del que nuestra provincia es uno de sus máximos exponentes. 

Un medio rural en el que la mujer siempre ha sido la “eterna invisible”, aunque afortunadamente, según subraya Guijarro, “esto está comenzando a cambiar”, aunque, eso sí,  “aún quede mucho camino por recorrer”. El emprendimiento, tanto con proyectos empresariales enfocados a esos nichos de mercado sin atender o en expasión en el medio rural (turismo, hostelería, artesanía o ayuda a domicilio) como haciéndose un hueco en la agricultura o la ganadería, se ha convertido en esa herramienta que está dando cierta visibilidad a la mujer. Dos claros ejemplos de esta iniciativa emprendedora de la mujer rural en la provincia de Cuenca bien pueden ser, por un lado, la agricultora pedroñera y artesana del ajo, Agus Ramírez, que se puso al frente de la empresa familiar Ajos Rafael Ramírez, convirtiéndola en un referente internacional sin perder la tradición, y, por otro, Maribel Fernández, con la puesta en marcha de la empresa Vinos Artesanos Altomira en la localidad alcarreña de Mazarulleque, que nació de la idea de crear una microbodega artesanal y ecológica con vinos únicos y de calidad, orientados al entorno del que surgen.

Emprendedoras que, sin lugar a dudas, contribuyen no solo al afianzamiento de la población en el territorio, sino también a la dinamización de la economía rural y la generación de empleo. Es por ello que para Guijarro, coincidiendo con la celebración el 15 de octubre del Día Internacional de las Mujeres Rurales, sea el momento idóneo para reivindicar a la mujer y su papel en el territorio, así como una serie de medidas imprescindibles para que “este emprendimiento femenino continúe con su tendencia al alza”.

En este sentido, la técnica de FADEMUR en Cuenca cree imprescindible aportar soluciones reales que lleven consigo que el medio rural disponga de infraestructuras similares a las que se disfrutan en las ciudades, además de la necesaria simplificación de la burocracia a la que tiene que hacer frente una mujer emprendedora a la hora de poner en marcha un proyecto empresarial en el medio rural. Cuestiones que, en su opinión, necesitan del compromiso e implicación de todos, “si realmente se quiere apoyar el gran potencial del mundo rural y propiciar su resurgimiento frente al peligro de la despoblación”, afirma.

La mujer rural parece haber tomado la iniciativa y lo que toca ahora, según Guijarro, es apoyarla con el fin de que no se quede en un fenómeno pasajero, sino que se consolide y, de esta manera, el medio rural pueda tener otra segunda oportunidad.