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Almonacid del Marquesado

La emoción de La Endiablada toma Almonacid del Marquesado un año más

La fiesta más ancestral de la provincia recupera todo su esplendor tras la pandemia y desde el Ayuntamiento esperan superar los 4.000 visitantes
Foto: Lola Pineda
02/02/2023 - Paula Montero/LN

En este día de la Candelaria, Almonacid del Marquesado se ha vuelto a convertir en el centro de atención con la celebración del rito ancestral de la Endiablada, una fiesta de singularidad única que ha sabido conservar toda su pureza a lo largo de los siglos y que cada año atrae a miles de visitantes, además de ser reclamo de medios de comunicación y fotógrafos tanto nacionales como internacionales.

 “La Endiablada llega a revistas y medios de comunicación de Francia, Alemania, China o Japón, entre otros muchos lugares”, señala el alcalde de la localidad, Álvaro Martínez Chana, quien destaca el impacto mediático de la que está considerada como una de las fiestas más antiguas de España.

En honor a la Virgen Candelaria y San Blas, las fiestas se prolongan hasta este sábado y aunque los días grandes ( 2 y 3 de febrero) este año caen en jornadas laborales, Martínez Chana señala que la previsión es que Almonacid del Marquesado reciba en estos días a más de 4.000 personas, lo que supone cuadriplicar la población del municipio.

Declarada de Interés Turístico Regional desde 2010, la Endiablada también está catalogada  como Bien de Interés Cultural, dentro de los bienes inmateriales, en el año 2020”, como recordaba la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, quien acudía a la Endiablada acompañada por la directora general de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Isabel Fernández.

Diablos y danzantas son los protagonistas de estas fiestas. Dos figuras opuestas que, sin embargo, se complementan para dar sentido a unos festejos de carácter religioso que mantienen la plasticidad de culturas remotas y creencias paganas. 

 

 

Con grandes cencerros en la espalda y ataviados con estrafalarios trajes de colores que se complementan con tocados de flores en la cabeza, en honor a la Candelaria, más de 140 diablos, entre ellos muchos niños, han participado este jueves en la fiesta más querida de los almonaceños y también la más esperada, especialmente este año, el primero sin restricciones desde la pandemia.

“Por fin podemos volver a disfrutar por todo lo alto”, señalan tanto el diablo mayor, Pancho Rodrigo, como la alcaldesa de las Danzantas, Nuria Sobrino, quienes muestran en sus rostros el orgullo y la emoción que provoca la Endiablada, una fiesta que se ha ido transmitiendo generación tras generación desde la cuna.  Y un claro ejemplo es la familia del diablo mayor, quién este año ha vivido uno de los momentos más emotivo “al vestir de diablo a mi nieto de 18 meses”, apostilla. 

Con la vuelta a la normalidad, este año ha abierto el Museo de La Endiablada, hasta ahora cerrado a causa de la pandemia. Un recurso para el deleite de vecinos y visitantes que a través de fotografías, vídeos, trajes, cencerros y  otros elementos, podrán conocer la historia y, sobre todo,  la esencia de esta singular fiesta para la que se busca la declaración de Interés Turístico Nacional.  

El alcalde de Almonacid del Marquesado confía en que se pueda conseguir este mismo año. El también presidente de la Diputación Provincial de Cuenca señala que en estos momentos están pendientes de recopilar los impactos mediáticos que requiere la documentación y completar el dossier para solicitar la declaración. Un merecido título para la fiesta más popular y participativa de la provincia de Cuenca.