El embalse de Alarcón, en la cabecera del Júcar, ha recuperado su volumen de agua en 30 hectómetros cúbicos desde el inicio de las lluvias, el pasado 27 de febrero. Y lo ha hecho después de “más de un año sin acumular agua” nueva y mantener su capacidad en los 307 hectómetros cúbicos.
Así lo ha asegurado este martes en Cuenca la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), María Ángeles María Ureña, quien no obstante advierte de que la situación tampoco es “para lanzar las campanas al vuelo” ya que “estamos en seguía”. De hecho los nueve sistemas de explotación que gestiona la Confederación se encuentran al 28 por ciento de su capacidad de almacenamiento: los dos principales, el Júcar y el Turia, están en situación de alerta y los demás, salvo Marina Baja y Mirajes, en prealerta.
Ureña hace no obstante hincapié en que las lluvias “están cayendo donde tenían que caer” y que, aunque no estamos “salvados”, sí “mejor, por lo que “si la lluvia se sigue produciendo como ahora podremos respirar de aquí al final del año hidrológico, que concluye el 1 de octubre”.
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