Las donaciones de sangre se disparan un 21,3% de enero a mayo en Cuenca

El paulatino avance de la desescalada de esta pandemia y el consiguiente regreso a la tan ansiada normalidad, de la mano del buen ritmo de la vacunación, se está haciendo notar en muchos ámbitos, pero, en especial, en el sanitario, lo que está suponiendo un progresivo aumento de la actividad quirúrgica y. por consiguiente, de la demanda de sangre. Las cifras en la provincia de Cuenca son claras y así lo demuestran rotundamente. Y es que en los cinco primeros meses de este año, se han registrado un total de 3.214 donaciones de sangre, 565 más que en el mismo periodo del año anterior, lo equivale a un incremento del 21,3 por ciento. Unos datos por los que el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Cuenca, Luis Miguel del Pozo, no duda en mostrar su satisfacción, no solo por la excelente respuesta de los conquenses, que suele ser ejemplar en este sentido, sino también porque este incremento de la demanda de sangre viene a denotar un aumento de la actividad hospitalaria y, en concreto, de las intervenciones quirúrgicas, lo que, en su opinión, es “muy buena señal”.

POSITIVO BALANCE

Un positivo balance de la actual situación en la provincia a la que se suma, para Del Pozo, el hecho de que en estos cinco primeros meses también se hayan contabilizado un total de 265 nuevos donantes, lo que demuestra la gran concienciación e implicación de los conquenses, destacando el importante papel que juega la universidad, que aporta cada curso nuevos donantes. 

Esta circunstancia permite a la hermandad a mirar el futuro más inmediato con cierto optimismo, sobre todo, porque se aprecia una renovación generacional entre los donantes, que, sin duda, es algo fundamental. Si bien el presidente de la hermandad insiste en que nunca son suficientes y cuantos más jóvenes den el paso, mucho mejor. No en vano, aunque no haya un perfil del donante muy concreto, sí se puede decir que la edad media oscila entre los 40 y los 50 años y en un 56% por ciento son mujeres; algo que es conveniente tener en cuenta, así como que de los 33.759 conquenses vinculados en la actualidad a la hermandad, solo cierto porcentaje son donantes en activo. 

Aun así, Del Pozo subraya que afortunadamente en el último año los ofrecimientos han vuelto a superar con creces a las donaciones. Y es que, según aclara, no todo el mundo que desea donar sangre, puede hacerlo por distintos motivos y factores, y, como ejemplo menciona los 934 ofrecimientos registrados de enero a mayo de este año en el Hospital Virgen de la Luz, que finalmente se quedaron en 857 donaciones. 

Sin embargo, ha querido llamar la atención sobre la importancia no solo de donar, sino, sobre todo, de coger el hábito de hacerlo. Asegura ser consciente de la dificultad de dar ese primer paso, pero hace hincapié que “cuando donas, estas salvando la vida de alguien y eso es impagable; algo tan sencillo y, a la vez, tan hermoso”.

Como es habitual, desde finales del año anterior la Hermandad de Donantes de Sangre de Cuenca ya tiene planificado el calendario de extracciones extrahospitalarias, que este año volverán a rondar las 77 salidas, destacando Tarancón, con ocho, así como San Clemente y Las Pedroñeras, con entre cuatro y seis. No obstante, volverán a llevarse a cabo extracciones en otros puntos de la provincia, como por ejemplo, Villamayor de Santiago, Villanueva de la Jara, Huete, Buendía, Horcajo de Santiago, La Alberca de Záncara, Honrubia o Casasimarro, entre otros. En total, las previsiones iniciales apuntan a que este año se vayan alcanzar en torno a las 7.300 donaciones, si bien todo estará sujeto a la demanda que se pueda producir puntualmente por algunas circunstancias. De ahí que en todo caso anime a donar este verano, porque suele incrementarse la demanda, sobre todo por los accidentes de tráfico, y se requiere que haya más reservas en el Banco de Sangre; sin olvidar, que en otoño se producirá un incremento de la demanda ante la cada vez mayor normalización de la actividad quirúrgica.

UN AÑO COMPLICADO

Regreso progresivo a la normalidad que, según subraya Del Pozo, deja tras de sí “un año de muchísmo trabajo”. Y es que la crisis sanitaria puso todo patas arriba y, por ejemplo, a la Hermandad de Donantes de Sangre le supuso sacar las extracciones de sus lugares habituales, tanto en la capital como en la provincia. Así, las extracciones extrahospitalarias cambiaron los centros de salud por casas de cultura, centros polivalentes o, incluso, polideportivos; algo que fue posible, tal y como recalca, gracias al apoyo y entrega de los alcaldes y concejales, que no dudaron en hacer todo lo que estaba en sus manos.

En el caso de la capital, la predisposición a colaborar de la Asociación de Familiares y Enfermos de Párkinson y otras Enfermedades Neurodegenerativas de Cuenca fue crucial, dejando su sede en la calle Noheda, junto al Instituto Nacional de la Seguridad Social, a disposición de la hermandad para las extracciones ante la imposibilidad de llevarlas a cabo en el Hospital Virgen de la Luz por la pandemia. Una colaboración que Del Pozo no quiere pasar por alto y, con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, a celebrar el 14 de junio, pretende hacerles entrega de una réplica del monumento al donante de sangre existente junto a la entrada del centro hospitalario.