Es más que evidente que la pandemia de la Covid-19 está poniendo patas arriba todo cuanto encuentra a su paso. Un giro de 180 grados en todos los ámbitos de la vida que ha tenido mayor incidencia, sin duda, durante los algo más de tres meses de estado de alarma con el consiguiente confinamiento y la paralización de muchas actividades, entre ellas, la judicial.
Impacto de la crisis sanitaria en los juzgados que ha quedado más que patente, por ejemplo, en el caso de las demandas de disolución matrimonial (separaciones y divorcios), que durante el segundo trimestre del año han experimentado de manera generalizada una notable caída con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Desplome que en nuestra provincia se ha traducido en un descenso del 41,3 por ciento, al pasar de las 104 demandas de disolución matrimonial de abril a junio de 2019 a las 61 registradas este año a lo largo del segundo trimestre, coincidiendo con el estado de alarma, según los datos ofrecidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La desescalada en la administración de justicia, la puesta en marcha de medidas de seguridad e higiene en los juzgados y la incidencia de la crisis sanitaria han provocado que los datos registrados en este periodo nada tengan que ver no solo con el mismo trimestre del año anterior, sino también con cualquier otro.
Y es que, por ejemplo, en los tres meses de estado de alarma se han presentado en los juzgados de la provincia de Cuenca un total de 58 demandas de divorcio, un 42 por ciento menos que el año anterior, cuando se elevaron a un centenar. Descenso que ha sido más acusado en las demandas de divorcio consensuadas, que se han reducido en un 50%, pasando de 60 a las actuales 30.
Idéntica tendencia han experimentado las demandas de separación, si bien no ha sido, ni mucho menos, tan profunda, puesto que se han registrado tres, todas ellas no consensuadas, un 25 por ciento menos que hace un año.
Los datos ofrecidos por el CGPJ también ponen de manifiesto un descenso considerable en las demandas de modificación de medidas, que han disminuido hasta las 14, mientras que en 2019 se elevaron a 35; es decir, se han producido un 60 por ciento menos, correspondiendo todas a demandas no consensuadas.
Las modificaciones de medidas de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales, tanto consensuadas como no, no han variado mucho, habiéndose presentado un total de 14, dos menos que hace un año.
PARTIDOS JUDICIALES
Ahondando un poco más en el análisis de estos datos, llama especialmente la atención el hecho de que seis de cada diez demandas de disolución matrimonial se han producido en los partidos judiciales de Cuenca y Tarancón. En concreto, el de la capital aglutina una veintena, que supone el 32,8 por ciento del total. Le siguen el partido judicial de Tarancón, con 18 (29,5%); Motilla del Palancar, con 14 (22,9%) y San Clemente, con 9 (14,7%).
La mayor caída en el número de demandas de disoluciones matrimoniales, por otro lado, se ha dado en el partido judicial de la capital, donde se han registrado durante el estado de alarma un total de 20, mientras que hace un año esta cifra se elevó a 48, por lo que se ha producido una disminución del 58,3 por ciento. Descenso similar ha experimentado el partido judicial de San Clemente, con un -57,9%. Nada que ver con lo experimentado por los de Motilla del Palancar y Tarancón con disminuciones del 12,5 y el 14,3 por ciento, respectivamente.
Castilla-La mancha, idéntica tendenciaLa evolución de las demandas de disoluciones matrimoniales en Castilla-La Mancha ha resultado similar a la registrada por nuestra provincia, descendiendo en su caso en un 41,5 % respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 1.105 a 646. Se han observado disminuciones interanuales de entre el 40 y el 79 por ciento en todas las formas de disolución matrimonial.
Las 357 demandas de divorcio consensuado, registradas en la región entre los pasados 1 de abril y 30 de junio, son un 41 por ciento menos que las presentadas en el mismo trimestre de 2019. Las 264 demandas de divorcio no consensuado son un 40,1% menos.
Por lo que respecta a las demandas de separación, las 9 demandas de separación consensuada representan un 79,1 por ciento menos que un año antes y las 16 separaciones no consensuadas son en número similar a las presentadas el mismo periodo de 2019.
En el segundo trimestre del año no se ha iniciado ninguna demanda de nulidad en Castilla-La Mancha. Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del trimestre con la población a 1 de enero de 2020, en Castilla-La Mancha el número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes fue de 4.
Las demandas de modificación de medidas consensuadas, de las que se han presentado 64, se han reducido un 17,9 por ciento, y las demandas de modificación de medidas no consensuadas, 220, lo han hecho un 37,7 por ciento respecto al mismo trimestre del año pasado.
Las modificaciones de medidas de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales consensuadas, 86, han tenido una disminución interanual del 43 por ciento, mientras que las no consensuadas, 183, han mostrado una disminución del 32,2 por ciento.