A cinco meses de que finalice la legislatura no hay de momento fecha prevista para la puesta en marcha del nuevo Parque de Bomberos que la Diputación Provincial de Cuenca está habilitando en las instalaciones del Parque Móvil de la Diputación, en la antigua carretera de Madrid.
Un parque que se sumará a los ya existentes en Tarancón y Motilla del Palancar con el fin de atender a las poblaciones más cercanas a la capital, en torno a un centenar de localidades de la Serranía y la Alcarria, al no llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Cuenca para que sean los profesionales del cuerpo de bomberos municipal quienes acometan estas intervenciones, como venía ocurriendo hasta el año 2012.
Según la información facilitada este lunes por el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, durante una rueda de prensa de balance de lo realizado en 2018, las obras ya están “prácticamente concluidas, a falta de la recepción definitiva” y, una vez que esta se produzca, el próximo paso será iniciar el proceso de selección de seis profesionales, los cuales, no obstante, todo apunta a que no serán nuevos, sino procedentes de los parques de Tarancón y Motilla.
A este respecto, el presidente se ha referido a una “reordenación de turnos” y los bomberos llevan semanas denunciando que su idea es trasladar al parque de la capital efectivos de los parques de Tarancón y Motilla.
En concreto, este mismo lunes el Comité de Empresa ha enviado a los medios un comunicado en la que, según aseguran, no se van a crear seis nuevas plazas, sino seis de jefes de turno, las cuales se cubrirán a través de la “promoción interna entre trabajadores y activos del propio servicio”. Algo que ya está presupuestado y, según denuncian, “sin el acuerdo ni la negociación correcta con los trabajadores”.
Obras del parque
Hay que recordar que las obras del nuevo parque, presupuestadas en unos 250.000 euros, arrancaron en julio de 2018 con la previsión, entonces, de poder estar concluidas en cuatro meses y de que el parque estuviera operativo a finales del pasado año.
Según la información facilitada en su día, el parque constará de un edificio de de dos plantas con una superficie total de algo más de 200 metros cuadrados, quedando libres cerca de 800 para el aparcamiento de cinco vehículos: una bomba nodriza pesada de 12.000 litros, una bomba rural pesada, una bomba forestal ligera y dos vehículos ligeros de mando y jefatura.
Contará, entre otros servicios, con vestíbulo, centralita, dormitorios, aula de formación, aseos, un gimnasio, sala de estar, comedor-cocina y un almacén.
Su construcción choca, eso sí, con la opinión de los bomberos, cuyo Comité de Empresa advierte de que esto no hará sino “duplicar el servicio” al ya existir uno en la capital, lo que a su vez dejará “desprotegida a una gran parte de la población de la Sierra”.
Además de seguir trabajando en la puesta en marcha de este parque, Prieto ha anunciado una inversión de 500.000 euros para la adquisición de nuevos vehículos, entre ellos alguna autobomba, y diverso material “puntero” para los parques de bomberos dependientes de la Diputación.