El comercio de proximidad de la provincia de Cuenca enfrenta múltiples desafíos en una época marcada por la despoblación y el auge de las nuevas tecnologías. Así lo expone el presidente de la Asociación de Comercio de Cuenca, José Miguel Bermejo, quien destaca la situación “delicada” del sector debido a diferentes variables.
“En determinados sectores se está luchando contra auténticos gigantes de este sector o la distribución, y se hace muy complicado competir con determinadas ventanas que pueden ofrecer precisamente por su gran tamaño”, recalca.
A esto se suma, según Bermejo, dos crisis casi seguidas como son las de la pandemia, que obligó a cerrar y entregar prácticamente todo al comercio online, y luego la inflación, que también ha perjudicado al comercio de proximidad.
Por ello, los principales retos a los que se enfrentan los comercios de la provincia, aunque son “muchos y muy variados”, son en primer lugar la despoblación que sufre el territorio conquense. “En muchas pequeñas poblaciones ni siquiera hay un establecimiento donde poder adquirir los bienes de primera necesidad”, resalta.
“Hay hornos de pan cerrados por toda la provincia, por no hablar de tiendas de moda y complementos, ya que en muchas ocasiones nos tenemos que ir a poblaciones con un número elevado de habitantes para lo que es nuestra provincia para poder encontrar dichos negocios”, expresa Bermejo.
Se está trabajando para fomentar la digitalización de los comercios de la provincia y así ser más competitivos
Otro gran desafío actual sería el poder competir, en la medida de lo posible, dentro del mundo digital. Y es que, el presidente de los comerciantes de la provincia de Cuenca resalta que los nuevos consumidores “ya tienen hábitos de compra muy diferentes, con mucho peso en los catálogos de internet, esto es algo que debemos mejorar para poder hacer sostenibles ciertos negocios”.
A este respecto, ya se está trabajando tanto a través de la asociación como de CEOE CEPYME mediante una serie de cursos para trabajar estas herramientas, “que sin duda nos pueden ayudar a diversificar las ventas”. “Algunas empresas han aprendido mucho y han puesto en marcha algunas estrategias, pero queda mucho trabajo por hacer y muchas empresas por unirse a este proceso”, subraya.
Por otro lado, Bermejo también ve importante que se controlara la inflación, porque si los precios siguen creciendo por encima del 3%, “no será algo que beneficie a nuestras empresas, más bien al revés, porque seguirán limitando nuestras ventas y dejándonos poco margen, comprometiendo nuestra viabilidad”.
Aún así, como parte positiva, Bermejo apunta que el comercio de proximidad conquense cuenta “con una clientela muy fiel que ha sabido comprender el servicio tan importante e insustituible que prestamos, y aunque realicen pocas compras, prefieren hacerlo en nuestro entorno de confianza”, detalla.
Entre ese apoyo por parte de los consumidores, el presidente resalta que ese asesoramiento y cercanía que ofrecen los profesionales de la provincia “no se les puede prestar desde las grandes plataformas ni distribuidores”. Y lo ejemplifica con la pandemia, cuando muchos pequeños consumidores, sobre todo en el sector de alimentación, regresaron a los establecimientos.
Todo ello porque, el valor diferenciador del comercio de proximidad, es el propio servicio, dado que la calidad que ofrecen “no tiene nada que envidiar a la que dan las grandes plataformas”, pero la cercanía y asesoramiento “solo lo podemos dar nosotros”.
INFLACIÓN
Sobre la inflación actual, Bermejo asegura que el comercio de proximidad de la provincia de Cuenca todavía está acusando la subida de precios, que les ha obligado a limitar “mucho” los márgenes y, cuando ha sido insostenible, a subir precios.
Todo esto en un contexto en el que los propios usuarios también están viéndose con menos capacidad de compra por la inflación y, por lo tanto, pueden comprar menos cosas, lo que finalmente también perjudica al comercio de proximidad conquense.
Entre los sectores que ahora tienen mayores problemas, Bermejo resalta que en subsectores como el textil, el calzado, la lencería o deportes se ha dejado notar el gran daño que hemos sufrido como consecuencia de que se haya disparado el comercio online.
Estos pequeños negocios son “indispensables” para mantener con vida muchas localidades de la provincia
Sobre las perspectivas de futuro, el presidente de los comerciantes de la provincia explica que ellos tienen que vivir “el día a día”. “No podemos señalar lo que va a ocurrir a largo plazo y debemos centrarnos en ser sostenibles y que nos vayan saliendo las cuentas, porque además nos afectan mucho los factores externos”. Por ello, ve “interesante” que se celebren ciertas campañas de dinamización que permitan fidelizar y premiar a su clientela, y del mismo modo, se controle la inflación, algo que daría “un importante respiro”.
Entre esas campañas, la asociación ya pone en marcha varias en periodos como Navidad, los días del Padre o la Madre, gracias a los convenios que tienen firmados con diversas instituciones como la Diputación o ayuntamientos, aunque eso sí, trabajarán para establecer alguna más en los próximos meses.
Todo ello porque hay “una verdad innegable”, en palabras de Bermejo: una ciudad o un pueblo sin comercios es una localidad muerta, y es que el comercio forma parte de la vida de un municipio, así que considera que es importante mantener vivos estos negocios para mantener con vida estos lugares con un servicio que, reitera, es insustituible.