Organizada por el Ayuntamiento de Albendea, el pasado sábado se celebró la VIII edición de la Ruta de la Lana, una ruta senderista que se celebra por octavo año consecutivo en esta localidad alcarreña. Con la participación de casi ochenta personas, el Consistorio ofreció una chocolatada a los participantes para tomar fuerzas antes de iniciar la andadura, iniciando la misma por el camino de Arandilla del Arroyo.
Entre olivares y campos de cereales intensamente verdes, debido a las intensas lluvias de las semanas pasadas, se llegó a Arandilla, población desde la que se pueden admirar unos vastos terrenos cubiertos de pinos, carrascas y robles que se extienden desde el pueblo hacia la Serranía Conquense. Desde esta población, en la que se hizo un alto para reagrupar a los participantes, éstos siguieron hacia el Umbriazo por un estrecha senda por la que discurría el antiguo camino de herradura de Arandilla del Arroyo a Priego, camino que se juntaba en el río Guadiela con el que llegaba de Albendea.
Precisamente a este punto llegaron los caminantes tras pasar por el embalse de la Ruidera, desbordado de agua por las abundantes precipitaciones de las semanas pasadas. Junto al río Guadiela, disfrutando de las aguas esmeraldas de su cauce, se hizo el alto del almuerzo, alto obligado para reponer fuerzas en toda actividad senderista. Desde el río Guadiela los senderistas se dirigieron hacia el Monte Ardal, monte que une los términos de Priego y Albendea y esconde en sus límites entre pinos a la Ermita Mausoleo de Llanes, cuyo origen se encuentra en un monumento funerario construido en el siglo IV de nuestra Era. Esta ermita, que fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica en 2008 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, conserva un ábside y restos de un muro, todo ello construido en cal y canto, con algunos sillares.
El ábside conforma el antiguo mausoleo romano ligado a una villa cercana, hoy cubierta por los cercanos campos de cultivo. Se construyó en mampostería, con piedra tobácea del terreno, con una bóveda de ladrillo revocado. En la parte inferior se conserva la cripta, con planta de cruz griega, cuyos brazos se cubren con cuatro bóvedas de cañón también de ladrillo. Esta cripta, tras su primera utilidad como tumba, se usó más tarde, con la llegada del cristianismo, como baptisterio. Las recientes restauraciones han facilitado el acceso del visitante al interior de esta cripta por una plataforma metálica.
Desde esta Ermita Mausoleo de Llanes, los participantes se dirigieron de nuevo hacia el río Guadiela, tras pasar por la margen derecha del río Escabas a pies del cerro del Castillo. Guarda este cerro un castro celtíbero, en el que se pueden observar los restos de su muralla y un silo utilizado para guardar el grano. Cerca del Cerro del Castillo se encuentran los restos de una necrópolis visigoda, descubierta en una repoblación forestal, en la que se pueden ver las tumbas excavadas en la roca, con sus cubiertas, también de piedra, junto a ellas. De esta necrópolis visigoda, expoliada tras su descubrimiento, se consiguieron salvar unos pendientes de oro realizados en oro con cabujones de granate, cuya cronología hay que situarla entre los siglos VI y VII. Estos pendientes están actualmente expuestos en el Museo de Cuenca.
Cerca del Cerro del Castillo discurre también el camino que viene de Villaconejos del Trabaque y San Pedro Palmiches, que se dirige por la llamada Ruta de la Lana hacia Albendea y Salmerón. Esta Ruta de la Lana, origen de esta ruta senderista en Albendea, es un antiguo camino de la trashumancia, usado más tarde como camino de peregrinación a Santiago de Compostela. Une el Levante con el Camino de Santiago en Burgos, atravesando antes de llegar las provincias de Alicante, Albacete, Cuenca, Guadalajara y Soria. El recorrido por la provincia de Cuenca, que parte del que hiciera en 1624 el conquense de Monteagudo de las Salinas Francisco Patiño, primer peregrino que realizó esta ruta hacia Santiago de Compostela, ha sido marcado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Cuenca.
Con la celebración de esta actividad en Albendea, el Ayuntamiento pretende promocionar La Ruta de la Lana a su paso por el municipio, tratando de mostrar a viajeros y peregrinos los valores naturales y culturales de esta población. Se intenta con ello que aquellos que transitan esta ruta no consideren únicamente a Albendea un lugar de paso y decidan hacer un alto en el camino para conocer esta población.
Tras cruzar de nuevo el curso del río Guadiela por el puente de la carretera, los senderistas se dirigieron hacia Albendea por el antiguo camino de herrería que desde Priego se dirigía a esta población, aunque apenas se conserva algún tramo del mismo. Después de atravesar El Prado y penetrar en el pueblo por el Paseo de la Carrera, se llegó de nuevo a la Plaza del Olmillo, punto de inicio de la andadura, con un recorrido total de unos dieciséis kilómetros. Tras visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo Etnológico de Angel Lázaro, la jornada acabó en la misma Plaza del Olmillo con una paella ofrecida por el bar Miguel a los participantes.