Durante los meses más duros de la pandemia en 2020, se produjo un parón en distintos parámetros que miden el pulso de la violencia machista. La recuperación paulatina de la normalidad ha traído en la provincia de Cuenca un ligerísimo aumento en el número de denuncias por esta cuestión, al haberse registrado en el primer semestre de 2021 un total de 201 frente a las 197 del mismo periodo del año anterior, lo que supone una subida del 2,03%. No obstante, ha habido una bajada del 14,47% respecto a los niveles precovid ya que en los seis primeros meses de 2019 se contabilizaron 235, según los datos del Portal de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
En el caso de Castilla-La Mancha, el aumento en el número de denuncias respecto a 2020 ha sido mayor que en la provincia. Así, en el primer semestre de 2021 se han contabilizado 2.897 frente a las 2.558 del mismo periodo del ejercicio anterior, lo que supone un crecimiento del 13%, alerta Consuelo García López, jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer en Castilla-La Mancha, dependiente de la Delegación del Gobierno de España en la región. En todo 2019, hubo 6.051 denuncias.
“El nivel de violencia es muy parecido en los últimos años. Volver a los datos de 2019 nos está indicando que hubo alguna circunstancia que hizo que las mujeres no denunciaran”, apunta, puntualizando que en todo caso solo se está hablando de “violencia denunciada”. “Pero sabemos que por debajo de esa hay cientos, miles de mujeres que sufren violencia silenciada, la que no se denuncia, la que se queda en la casa. Esa es muy difícil de cuantificar”, alerta.
Dispositivos ‘Cometa’
En cuanto al resto de indicadores de la violencia de género, en la provincia de Cuenca se registraron en el segundo semestre 71 órdenes de protección, precisa García López, de acuerdo con los datos del Portal de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
A fecha 30 de septiembre, se habían contabilizado 144 llamadas al 016, 139 casos de violencia de género con protección policial y una pulsera ‘Cometa’ activa (dispositivo telemático para el control de los movimientos de los agresores con órdenes de alejamiento de las víctimas dictaminados por los jueces).
En el conjunto de Castilla-La Mancha, hasta el 30 de junio había 132 dispositivos ‘Cometa’ activos, frente a los 120 de todo 2020 completo por lo que ya se supera el total del ejercicio anterior. Este año ha habido una víctima mortal por violencia de género, una mujer de 41 años asesinada por su pareja en la localidad guadalajareña de Alovera. El año pasado, fueron cuatro las muertes.
En comparación con el resto de la región, “Cuenca es la provincia que menos problemas de violencia de género tiene”, en palabras de García López, que detalla que Toledo y Ciudad Real son los que peores indicadores presentan.
"Estamos detectando un aumento del negacionismo de la violencia de género entre los jóvenes, eso mismo que se percibe en la sociedad. No se entiende muy bien. Hay que trabajar mucho con esas edades"
Para la responsable, en la lucha contra la violencia de género es “esencial la colaboración interinstitucional”. En este sentido, alude al Sistema Integral de Seguimiento VioGén de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, que aglutina a las diferentes instituciones con competencias en esta materia y predice niveles de riesgo. “Estoy convencida de que muchas mujeres han salvado la vida gracias a esta aplicación informática”, considera. Sobre este punto, señala que más del 80% de las mujeres que son asesinadas no habían interpuesto denuncia antes.
Una de las cuestiones que más preocupa es que se está produciendo una bajada en la edad de las víctimas de violencia de género. “Y estamos detectando un aumento del negacionismo entre los jóvenes, eso mismo que se percibe en la sociedad. No se entiende muy bien porque ellos han recibido una educación en valores y han crecido en un mundo más sensibilizado con este problema. Hay que trabajar mucho con esas edades”, concluye.