Este invierno, al menos de momento, la gripe no parece llegar a Cuenca. Mientras que, hace un año, en la penúltima semana de 2017 el umbral de incidencia de la gripe, situado en los 51,3 casos por cada 100.000 habitantes, ya se había superado al registrarse 52,24 casos por 100.000 habitantes, y en la primera semana de 2018 se alcanzaron los 230 casos, este invierno de momento solo ha habido una semana de epidemia, la pasada, en la que el límite se superó levemente al alcanzarse los 56,1 casos por cada 100.000 habitantes pese a que en el conjunto de Castilla-La Mancha se llegaron a contabilizar 130.
Según los datos de fecha del 21 al 27 de enero ofrecidos por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ni siquiera hay epidemia, pues apenas se han contabilizado 14,5 casos por 100.000 habitantes cuando la media regional es de 255 casos y el resto de provincias de la región supera el umbral.
Esto ha propiciado, añaden en el Sescam, que la media de ocupación del hospital ronde esta semana el 71 por ciento, y que en ningún momento haya sido necesario habilitar terceras camas en ninguna habitación ni haya habido colapsos en Urgencias.
La Gerencia del Área Integrada de Cuenca achaca estos datos a la buena campaña de vacunación, con unos números en los que la provincia conquense lideró las estadísticas regionales. En concreto, por tercer año consecutivo se logró el objetivo de que se vacunaran el 65 por ciento de los mayores de 65 años, los más susceptibles de padecer la gripe durante la época invernal junto a niños, adolescentes, personas con problemas de salud, mujeres embarazadas o los profesionales tanto sanitarios como de las fuerzas de seguridad.
A ello hay que añadir el hecho de que las temperaturas, aunque frías, no están siendo tan bajas como es lo habitual en Cuenca (esta semana las mínimas han rondado los 2 grados bajo cero y las máximas los diez grados), de momento prácticamente no ha nevado y el clima está siendo bastante menos seco, con dos días de lluvia esta misma semana, cuando según los expertos el virus permanece más tiempo en el aire cuando el clima es más frío y seco.
Hay además confianza en que la situación pueda quedarse este invierno controlada ya que, a medida que pase el tiempo y las temperaturas tiendan a ascender, habrá menos posibilidades de contagio. “Lo ideal es que el pico de frío no coincida con el pico de gripe, porque entonces la gente se contagia más”, señalan.
Aunque, como todo puede no obstante cambiar de una semana a otra, los servicios sanitarios están en alerta al encontrarnos en el momento del año en el que, tradicionalmente, hay más gripe.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, apuntaba de hecho hace unos días a Las Noticias que aunque la situación no era entonces alarmante en ningún servicio de urgencias de la región, tanto esta semana como la próxima serían, previsiblemente, “de bastante número de afectados”.
plan contra la gripe
Para combatir la gripe, existen planes de contingencia en los hospitales de la región que buscan, principalmente, evitar retrasos en los ingresos necesarios, siendo el objetivo que ningún paciente que lo requiera tarde más de 24 horas en ser ingresado. Además, en algunos centros, como el de Toledo, se ha incrementado el número de camas disponibles.
Del mismo modo, en estas fechas se intenta reforzar la cobertura de las sustituciones por enfermedad o incapacidad transitoria tanto en los centros de primaria como en los hospitales con el fin de atender un previsible aumento de la demanda.
A las personas que contraigan la gripe se les aconseja, como es habitual, guardar reposo, beber mucho líquido y seguir una dieta sana y equilibrada.