Cuenca y Guadalajara serán las únicas provincias de Castilla-La Mancha que pasarán a la Fase 1 de desescalada por la pandemia de la COVID-19 a partir del próximo lunes, 11 de mayo, según ha confirmado en rueda de prensa el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, quien ha asegurado estar “moderadamente satisfecho” por esta decisión del Ministerio de Sanidad, que no ha dudado en tildar de “conservadora”.
No obstante, ha dejado claro que el Ejecutivo castellano-manchego acepta esta decisión y se ha mostrado convencido de que el próximo 18 de mayo las provincias de Toledo, Ciudad Real y Albacete pasarán a la Fase 1, completando así todo el territorio autonómico.
De hecho, ha puntualizado que el Ministerio de Sanidad ha aceptado que Castilla-La Mancha como comunidad cumplía con los criterios asistenciales, tanto en número de camas ordinarias como de UCIs, así como de productos farmacéuticos, pero ha optado por una “decisión más conservadora” basada, según ha aclarado, en la evolución epidemiológica y de contagio más allá de los últimos 14 días de los mayores; de ahí que las provincias con más población se hayan quedado en la Fase 0.
El titular castellano-manchego de Sanidad ha indicado que se va a trabajar estos días especialmente en estas tres provincias, haciendo especial hincapié en el rastreo de contagios y la declaración de casos con la mayor celeridad posible en Atención Primaria, con el fin de que pasen de fase el próximo 18, cuando volverá a solicitarse.
Pero ha recordado que no hay que relajarse y ha insistido en la importancia de seguir siendo responsables como hasta ahora para continuar frenando esta enfermedad, manteniendo las medidas higiénico-sanitarias y de distancia social; todo ello para alcanzar esta ansiado nueva normalidad.
