Cuenca despide un verano con menos incendios y el triple de superficie quemada
En la recta final de la campaña de prevención y lucha contra incendios forestales de este año, la provincia de Cuenca se dispone a despedir el verano con menos incendios que el año pasado, pero con el triple de superficie calcinada. Pese a ello, desde Infocam no se duda en hablar de una campaña en la provincia conquense “dentro de la normalidad e, incluso, un poco buena”. Y es que, tal y como explica José Almodóvar, director técnico-operativo del Infocam en Cuenca, “el 2020 fue un año extraordinariamente benigno en materia de incendios forestales, la mejor de los últimos años, de ahí que no sea la mejor referencia a la hora de comparar datos”.
Aun así, hasta ahora y desde el pasado 1 de julio, cuando se puso en marcha la campaña de prevención y lucha contra incendios forestales de este año, se han registrado en nuestra provincia un total de 129 siniestros, de los que 124 han sido conatos –con menos de una hectárea quemada– y los cinco restantes incendios forestales. Cifras que denotan una caída del 41,6 por ciento en número de siniestros y del 68,9% en incendios forestales.
En cuanto a la superficie calcinada en estos fuegos señalar que se ha elevado a un total de 515 hectáreas, un 233% más que en la campaña anterior, si bien, tal y como puntualiza Almodóvar, el 97% (500 ha) corresponde a un solo incendio, el que tuvo lugar a finales del mes de julio en la localidad serrana de Víllora.
Un fuego que, sin duda, ha marcado la campaña de este año y que, según detalla el director técnico-operativo del Infocam en Cuenca, “fue muy complejo en su extinción, no solo por las condiciones meteorológicas del momento, sino también por la topografía del terreno y las especiales condiciones de propagación; de ahí que fuera toda una suerte que lloviera, lo que resultó determinante para ser sofocado”.
Almodóvar llama la atención sobre el hecho de que la mayor parte de los siniestros se hayan quedado en conato. Y es que el 96% del total han sido extinguidos en fase de conato; “casi la mejor cifra que recuerdo”, señala. Una circunstancia que responde, a su juicio, tanto a la rapidez en la actuación por el buen dispositivo implantado en la provincia, junto a las buenas condiciones climatológicas de este año, que han favorecido en gran medida las labores de extinción. Algo fundamental, tal y como remarca, ya que “en unas condiciones meteorológicas muy adversas, un conato se transforma en incendio, a pesar de que los efectivos lleguen muy rápido para apagarlo”.
En lo concerniente a las causas de los incendios y conatos de este verano, aún no se tiene los datos definitivos, porque algunos, como el del Víllora, están en la actualidad en investigación. De todos modos y en términos generales, el 25 por ciento de estos siniestros han tenido como origen un rayo –no en vano, Cuenca es una de las provincias, si no la más, con más incendios originados por causas naturales– y el 75% restante se han producido por negliencia o accidente.
Recta final, por lo tanto, de la campaña contraincendios de este año, en la que están participando en la provincia de Cuenca en torno a 550 personas.
Cada año se acometen tratamientos selvícolas en 2.000 hectáreas de la provinciaLa prevención es tanto o más importante que la extinción de incendios forestales. Y así se entiende en Castilla-La Mancha, y, desde luego, Cuenca no es una excepción, tal y como destaca el director técnico-operativo del Infocam en Cuenca, José Almodóvar, quien detalla que, muestra de ello, bien puede ser el presupuesto asignado a ambas cuestiones.
Y es que de los 19 millones de euros destinados al dispositivo contraincendios en la provincia de Cuenca, 8 son para extinción y los 11 restantes para prevención.
Una clara apuesta que, en su opinión, no en todas las provincias del país se da, sin olvidar que se desarrolla durante ocho meses al año, el doble de tiempo que la extinción.
Tratamientos selvícolas de prevención de incendios forestales que se llevan a cabo anualmente en unas 2.000 hectáreas de monte de la provincia de Cuenca.
Intervenciones encaminadas a la habilitación de áreas de defensa contraincendios en determinadas zonas de la masa forestal. En este sentido, Almodóvar explica que estas áreas se realizan en puntos específicos del monte, identificadas previamente por los técnicos, con el fin de que sean estratégicas de cara al comportamiento de futuros incendios, así como para facilitar las tareas de extinción.
En concreto, estos tratamientos selvícolas de prevención de incendios forestales se centran, sobre todo, en el desbroce del monte, la poda y corta de árboles y en la ejecución de quemas prescritas; es decir, según detalla el director técnico-operativo del Infocam en Cuenca, “utilizar el fuego técnico –controlado y de muy baja intensidad– a modo de vacuna para los montes contra los incendios forestales intensos”. Una “vacuna” que, como cualquier otra, “tiene unos efectos a corto plazo y unas grandísimas ventajas a muy largo plazo”, finaliza.