La provincia de Cuenca ha cerrado el año hidrológico, que se ha extendido del 1 de octubre de 2019 al 30 de septiembre del presente ejercicio, con unos niveles pluviométicos por encima de la media del periodo de referencia 1981-2010, según los datos provisionales que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). De hecho, la delegada de este organismo estatal en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, no duda en tildar este año hidrológico en nuestra provincia como “más lluvioso”.
Y es que las lluvias, según explica a Las Noticias de Cuenca, han sido especialmente más copiosas en el oeste de la provincia, concretamente, en La Alcarria, el noroeste de La Mancha y parte del centro, donde se han registrado entre 650 y 780 litros por metro cuadrado, lo que supone un incremento comprendido entre el 25 y el 50 por ciento de los valores habituales, que ronda los 521 litros por metro cuadrado.
Las zonas oriental y sur de la provincia, sin embargo, han tenido menos lluvias, aunque, eso sí, por encima de la media histórica. Y es que se han contabilizado precipitaciones acumuladas de entre 501 y 650 litros por metro cuadrado, por lo que, tal y como remarca Castro, en esta parte de la provincia se puede decir también que han tenido un año húmedo.
En conjunto, de todos modos, este año hidrológico, según Castro, ha resultado más húmedo que 2019 y similar a 2018, cuando se contabilizaron, eso sí, en el año natural, 624 litros en precipitaciones, lo que supone 122,8 litros por encima de la media habitual que ronda los 500.
Sirva de ejemplo de esta tendencia el hecho de que, tal y como detalla la responsable de la AEMET en Castilla-La Mancha, en el primer semestre del presente año, se han contabilizado 32 litros más de lo habitual en ese periodo, si bien hay que tener en cuenta la provisionalidad de los actuales datos. Una tendencia, sin embargo, que no ha cesado. No en vano, en la recta final del año hidrológico y el inicio del actual se han producido precipitaciones de consideración, en distintos puntos de la provincia, oscilando entre los 40 y los 60 litros por metro cuadrado entre el 30 de septiembre y el 6 de octubre e, incluso, de entre 60 y 80 litros en localidades serranas como Beteta.
RESTO DEL PAÍS
Pero la provincia de Cuenca no ha sido una excepción, puesto que el año hidrológico en nuestro país ha sido en términos generales húmedo con una precipitación acumulada de 664 litros, cifra que supera al valor normal en un 4% (periodo de referencia 1981-2010). Aún así, el lugar que ocupa en la serie desde el año hidrológico 1961-1962 no es relevante, pues se situaría en el puesto 26 si se empieza por el más húmedo en una serie de 59 años. En cuanto a los años del siglo XXI tampoco es relevante, pues sería el noveno empezando por el más húmedo en una serie de 19 años.
Las precipitaciones superaron en un 25% los valores normales en extensas áreas del tercio este peninsular, oeste de Galicia, zona centro de Asturias, Navarra, La Rioja y Mallorca, llegándose a cantidades de precipitación superiores en un 75% al valor normal en pequeñas zonas al sur de Lleida, provincia de Tarragona, interior de la de Castellón y oeste de Zaragoza. En esta última zona las precipitaciones llegaron a duplicar el valor normal.
El contrapunto lo han puesto zonas como Canarias, que en su mayor parte, así como en algunas zonas aisladas de Extremadura, oeste de Andalucía y costa de Málaga, las lluvias acumuladas no alcanzaron el 75 por ciento del valor normal.
MES A MES
A pesar del resultado final, el año hidrológico comenzaba con un mes de octubre seco en su conjunto con una precipitación acumulada un 24 por ciento inferior a lo habitual en ese periodo. Algo que comenzó a cambiar en noviembre, donde las precipitaciones fueron en aumento resultando en conjunto un mes muy húmedo, al igual que diciembre y enero, dejando el año hidrológico a estas alturas un 11% por encima de lo habitual.
A continuación febrero resultó ser extremadamente seco, el mes de febrero de menor precipitación de toda la serie desde 1961, por lo que al finalizar dicho porcentaje disminuía hasta quedar un 3% por debajo del valor normal. Posteriormente un marzo muy húmedo y un abril húmedo dieron como resultado que el porcentaje de precipitación acumulada superara el valor normal en un 10%.
La primavera continuó con un mayo seco quedando las precipitaciones acumuladas al finalizar mayo un 7% por encima del valor normal. En los meses de verano, a pesar de que junio y agosto fueron húmedos, julio resultó seco, por lo que agosto finalizaba superando el valor normal de precipitación acumulada desde el 1 de octubre tan solo en un 5%. En los primeros días de septiembre las precipitaciones estuvieron debajo del valor normal y dicho porcentaje continuó disminuyendo y, aunque en la tercera semana de septiembre las precipitaciones fueron abundantes, en términos globales el mes resultó seco.